La corona del «anti-Marc»

Pol Espargaró no sabía muy bien qué decir tras convertirse por primera vez en campeón del mundo. El llanto amenazaba con llegar a su boca antes que las palabras y tenía que parar cada poco para explicar que no se creía lo que estaba viviendo. Fue su gran día, por mucho que la mala suerte se subiera a las motos de Redding y Rabat en la primera curva. Sus dos enemigos quedaban fuera, con lo que un séptimo puesto le valía. Él quiso y pudo ganar para «recordar que este día sea mucho más feliz». No había nadie más contento que él en Motegi, o quizá sí, su hermano mayor. Aleix es piloto de MotoGP, que ha ganado el título oficioso de CRT, y, además, es su sombra, su aliento cuando las cosas van mal y el primer fan cuando hay que subirse en lo más alto del muro a celebrar las victorias. Dice Aleix que Pol es el guapo de la familia y también el impuntual, todo lo contrario que él. «Somos muy distintos», asegura y no sabe cómo va a sentirse cuando el próximo curso los dos compitan en la misma categoría. Pol ha sido elegido por Yamaha para ser su hombre fuerte cuando el tiempo se acabe para Rossi y Lorenzo. Le ven como el más capacitado para luchar contra Márquez. Lo ven como el mejor «anti-Marc» y ya el año que viene se subirá a la Yamaha satélite que ahora pilota Cal Crutchlow. Pol le disputó a Marc el título de 125cc en 2010 y el de Moto2 de 2012. En ambos casos Márquez fue el campeón y ayer se quitó la espina con su primer título mundial en la categoría intermedia. Un éxito que todo el mundo daba por hecho en marzo y que le ha costado mucho. Ha tenido que remontar más de 30 puntos a Redding, después de un comienzo con fallos y problemas de neumáticos. Ahora ya es campeón y MotoGP le espera.