LaLiga Santander

Ni con ayuda del rival

El Madrid pareció empeñado en los primeros minutos en regalar el gol al Atlético con sus errores, pero los tantos siguen sin llegar y Griezmann, que fue sustituido, no parece tener la solución

Griezmann se marchó sustituido a falta de un cuarto de hora después de otro partido más sin marcar
Griezmann se marchó sustituido a falta de un cuarto de hora después de otro partido más sin marcarlarazon

El Madrid pareció empeñado en los primeros minutos en regalar el gol al Atlético con sus errores, pero los tantos siguen sin llegar y Griezmann, que fue sustituido, no parece tener la solución.

El Atlético tiene un problema con el gol y ni siquiera con ayuda fue capaz de solucionarlo. Tres minutos se llevaban de partido cuando el Real Madrid se empeñó en dejar solo a Correa delante de Casillas. Dos veces perdieron el balón los madridistas antes de que el argentino intentara salvar la salida del portero por arriba. Fue cuestión de centímetros, pero es lo que marca la diferencia. Por centímetros se ganan o se pierden partidos. Por centímetros se le escapó el gol al Atlético, como le está sucediendo al equipo de Simeone durante todo el curso.

A veces, no es sólo cuestión de precisión. A veces, los centímetros son cuestión de velocidad. La escena se repitió unos minutos después en una entrega directa de Marcelo a Griezmann. Pero al francés le falta la rapidez que le hacía ganar el sitio a los defensas y la puntería que le llevaba a marcar más goles que nadie en el Atlético cada temporada. Pero se enredó en la jugada, que terminó siendo nada una vez más.

Simeone defiende a Griezmann en la sala de prensa, la última vez antes del derbi, pero el francés cada vez le da menos motivos para hacerlo. La muestra es que terminó siendo sustituido a falta de un cuarto de hora. Se marcharon Correa y él para que entraran Gameiro y Torres. Dos futbolistas casi olvidados por el Cholo para intentar resolver el primer derbi de la historia en el nuevo Metropolitano. Y estuvieron a punto de hacerlo en la primera jugada. Un pase de Torres a Gameiro y el remate del francés que la defensa madridista terminó sacando sobre la línea de gol.

Lo que en años anteriores al Cholo no le hubiera parecido un problema demasiado grave, empieza a alarmarle. Empezó el encuentro con precaución, con un 4-5-1 en defensa que dejaba a Correa defendiendo por el costado derecho junto a los cuatro mediocentros, un dibujo que terminó convirtiendo en un 4-3-3 con la entrada de Carrasco antes de la salida de Correa y Griezmann del campo.

Griezmann era la solución para los rojiblancos y se está convirtiendo en el problema. Es extraño que el Cholo lo sustituya con el partido por decidir y sin ninguna lesión que le obligue a abandonar. Esas cosas sólo pasaban en el primer año del francés en el Atlético, cuando aún no había terminado de adaptarse y le costaba seguir el ritmo de los entrenamientos y de los partidos del Atlético. Pero ayer Simeone entendió que el «7» no le iba ayudar a ganar el encuentro.

Griezmann, que se había recortado la melena y había despedido a la diadema que solía lucir para contenerla en un acto de coquetería o de superstición, se marchó corriendo del campo como admitiendo su propia incapacidad para resolver partidos. Aunque Simeone entiende que la responsabilidad no es sólo del francés y que el Atlético se ha hecho grande cuando ha funcionado como equipo. Y como si quisiera cargarse de razón, los otros cambios fueron Correa y Thomas, los dos máximos goleadores del equipo esta temporada.

No es responsabilidad de nadie o es culpa de todos, pero el Atlético lleva casi dos meses sin ganar en el Metropolitano. Desde el 23 de septiembre en que ganó al Sevilla, un sábado por la mañana, no ha vuelto a ganar. Chelsea, Barcelona, Villarreal, Qarabag y el Real Madrid se han marchado con algo de la nueva casa rojiblanca. Una derrota y cuatro empates para los rojiblancos en cinco partidos. Y sólo un gol de Griezmann, de penalti contra el Chelsea. El Atlético necesita algo más que la ayuda del rival para recuperar su camino.