Si llega Mourinho, ¿se irá Ramos?

Siete futbolistas permanecen en la plantilla del Real Madrid de la época en la que Jose Mourinho fue el entrenador: Modric, Sergio Ramos, Varane, Casemiro, Marcelo, Benzema y Nacho. El entrenador portugués es uno de los nombres que manejan en el club blanco para el banquillo (el otro es Zidane) en estos momentos delicados. Su regreso podría levantar viejas heridas, problemas antiguos que tendrían que solucionarse, sobre todo con Sergio Ramos, protagonista también estos días por su discusión con el presidente y cuyo futuro sería una incógnita con la vuelta del portugués. Mou es un entrenador que suele tener una relación de amor-odio con sus jugadores. Con uno de los que le pasó fue con el sevillano. El ahora primer capitán del club (en la etapa de Mourinho era Casillas) tuvo algunos enfrentamientos con el luso, de puertas adentro y de puertas afuera. Se mandaban recados a través de la prensa: si Mou dejaba en el banquillo (septiembre de 2012) a Ramos en el partido de la Champions contra el City tras una serie de malos resultados y después le ponía como titular en Vallecas, el defensa respondía: «No sé si era un castigo o no o si eran cuestiones técnicas. La pregunta no es para mí, lo único que puedo decir respecto al tema, desde mi punto de vista, es que las cosas de familia las suelo resolver de puertas para adentro. No le importa a nadie. Lo que corre por mis venas es el Real Madrid y lo que pasa queda para mí». Después, Mou afirmaba que el central le daba «seguridad, calidad en la salida del balón, fuerza a balón parado, liderazgo»... pero matizaba: «Cuando está a tope, repito, cuando está a tope»; Ramos entraba al juego: «Yo muero con mis ideas y mis principios, y si hay algo que no me gusta, ¿por qué voy a tener que callarme? No tengo tanta experiencia como Luis Aragonés, pero también tengo el culo “pelao”. Nadie puede dudar de mi trabajo y fidelidad al club». Y justo ese día, que era un partido contra el Deportivo, debajo de su camiseta, llevaba una de Özil, que había tenido una bronca con el entrenador. Quería dedicarle un gol al alemán.

Éste fue sólo un capítulo de sus desencuentros. Un par de meses más tarde, en una concentración con la selección, Ramos admitió que había tenido sus diferencias con Mourinho, pero que las habían «resuelto».

Después, cuando Mou ya no estaba en el Madrid, y sí en el Chelsea, en su segunda etapa, la guerra de mensajes continuó. Costa y Fábregas, que jugaban en el conjunto «blue», se perdieron una concentración de la selección por lesión. Ramos los criticó hablando de «compromiso». Mou contestó: «Sergio Ramos es un fantástico jugador, pero no sabía que tenía un master en medicina». Eso fue en 2014. En 2017 el defensa aseguró sobre el portugués: «Ha sido un entrenador más en mi carrera. Con todos los entrenadores, incluso como benjamín en el Sevilla, aprendí algo. Con él también, pero no creo que haya cambiado mi vida en el fútbol». La última vez que Ramos se acordó del luso fue en diciembre de 2018, antes de la final del Mundial de Clubes. «Yo no soy nadie para decidir qué entrenador viene o no viene. Llevamos cinco años sin Mou, hemos ganado todo y seguís hablando de él. Hay que tenerle un respeto al entrenador que está [ya era Solari]».

Si finalmente Mou regresa al Madrid, una de las primeras cosas que hará es sentarse a hablar con el capitán.