Tenis
Nitto ATP Finals: Sinner, Alcaraz y un excepcional «atrezzo»
Premio doble en el torneo que cierra la temporada al margen de la Davis. El italiano es favorito para el título de «Maestro» y Carlitos, para acabar 2025 como líder de la ATP
Jannik Sinner y Alcaraz se encontraron por primera vez en el Inalpi Arena de Turín el jueves. El italiano concluía su entrenamiento y de inmediato era el turno de Carlitos. Hubo abrazos, breve charla, risas, saludos entre los equipos de ambos y bromas con el color del pelo del español. El viernes fueron más allá y compartieron una sesión de entrenamiento de casi dos horas. No volverán a encontrarse hasta una hipotética final que en caso de celebrarse ya tendría a Alcaraz como número uno del mundo al final del curso. Porque además del título de las Nitto ATP Finals, la discusión por el liderato del ranking es el atractivo del Torneo de Maestros de toda la vida.
Sinner terminará 2025 como número 1 si sale campeón invicto y Alcaraz no llega a la final ni gana sus tres partidos de la fase de grupos; si gana el torneo perdiendo un partido en la fase de grupos y Alcaraz no gana dos encuentros en Turín y si se proclama campeón perdiendo dos partidos en la fase de grupos y Alcaraz pierde todos sus duelos. Las cuentas de Alcaraz también son claras: si Sinner no gana el título; si Carlitos gana los tres partidos de la fase de grupos; si llega a la final habiendo ganado uno o dos partidos de la fase de grupos; si sale vencedor en dos partidos y Sinner es campeón perdiendo un encuentro y si se hace con una victoria en la fase de grupos y Sinner gana el título perdiendo dos partidos.
El problema para el murciano radica en el modo en que perdió en su reciente estreno en París y en los números de Sinner y los suyos propios en pista dura «indoor». Alcaraz está por encima del 80 por ciento de victorias en su carrera tanto en tierra como en hierba. No sólo eso. También clava esa cifra en la pista dura al aire libre, pero... en «indoor» se queda por debajo del 70 por ciento (31 victorias y 14 derrotas). Otro dato: los puntos ganados desde el fondo de la pista en dura y bajo techo no superan el 50 por ciento. Y esa cifra de este año es la más alta de su carrera. En la derrota ante Norrie, por ejemplo, se quedó en un 39 por ciento. Además, Carlos nunca ha ganado más de dos partidos en el Masters y no ha superado las semifinales.
Él está convencido de que llega a Turín en condiciones de competir por todo. El paréntesis tras la derrota en París le ha servido para desconectar lo justo sin romper el ritmo competitivo. Volvió a entrenar en El Palmar trabajando el saque y, sobre todo, olvidando lo de Norrie. En mitad de la anterior semana incluso acudió a la Nueva Condomina para ver el partido de la primera ronda de Copa entre el Real Murcia y el Antequera.
Ambos, y así lo considera el resto de raquetas que competirán en Turín, están por delante del resto. Lo resumió el entrenador de Auger-Aliassime, después de la final del último Masters 1.000 del curso. «Ambos son superiores por diferentes motivos. Alcaraz aporta variedad a su juego, es muy ofensivo y es capaz de hacer muchas cosas. Sinner aporta consistencia. Su juego es increíblemente sólido, a gran velocidad y sin gastar demasiada energía. Es una versión mejorada de Djokovic, con mejor saque y una derecha más rápida», apuntó Frederic Fontang.
¿Favorito en el último torneo ATP del año? Depende a quien se pregunte. El mejor tenista de la historia de Italia hasta la aparición de Sinner, Adriano Panatta, lo tiene claro: «Jannik puede tener un mal día y perder, pero eso nunca le pasa en primera o segunda ronda. O pierde en la final o se lesiona. Así que Carlos o se mantiene concentrado o nunca más le ganará». Nicolás Mahut, que ha dicho adiós esta temporada, no lo tiene tan claro: «Sinner está un poco obsesionado con Alcaraz. Es el mejor jugador del mundo en pista cubierta, pero no tengo claro que termine el año en lo más alto porque creo que Alcaraz gva a ganar tres partidos en Turín».
Y por si la lucha por el número uno y por el título no fueran suficiente, la dotación económica del torneo es mareante. Si el campeón se proclama invicto se embolsará más de 4.200.000 euros.