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Volver a sentirse futbolista

Las sesiones Afe ofrecen a jugadores en paro la posibilidad de hacerse visibles para los equipos.

Jonathan Valle celebra un gol en uno de los amistosos disputados por el equipo de la Afe
Jonathan Valle celebra un gol en uno de los amistosos disputados por el equipo de la Afelarazon

Las sesiones Afe ofrecen a jugadores en paro la posibilidad de hacerse visibles para los equipos.

«El ‘‘Alcorconazo’’ nos puso a todos un poco en el mapa, pero lo que más nos ayudó fue el ascenso a Segunda», recuerda Borja Gómez. Entonces era un central de 19 años que aspiraba a todo. Ahora, recuperado de una lesión de rodilla que le tuvo varios meses parado, trata de encontrar equipo a través de las sesiones Afe, un grupo de jugadores sin equipo seleccionado por la asociación de futbolistas que durante unos días se ha concentrado en Alfás del Pi, entrenando y disputando amistosos a la espera de que alguien se fije en ellos. «Para mí es el único escaparate. Si no es por esto nadie me podría ver jugar», reconoce Borja. El año pasado, cuando jugaba en el Oviedo, se rompió el tendón rotuliano en un partido contra el Leganés. Después de un duro trabajo de recuperación llegó a tiempo para la pretemporada, pero el club lo despidió cuando se cerraba el mercado de verano. Regresó a Madrid y durante estos meses ha estado entrenándose con el Rayo Majadahonda y con un entrenador personal. «Pero no es lo mismo entrenar que competir», asegura. «Esto es bonito porque vienes aquí, juegas partidos y vuelves a ser futbolista», añade.

Borja es consciente de que ahora es más complicado encontrar equipo. «En verano las plantillas tienen que hacer diez fichajes, en enero tienen que fichar dos», asume. Pero no le asustan los retos. Después del Alcorcón jugó en el Rayo, donde sufrió problemas de impago. El club le permitió irse al Karpaty ucraniano con la carta de libertad junto a Lucas Pérez, ahora en el Arsenal. «Eso me hizo mejor persona y me ayudó a madurar. Lo recuerdo con mucha alegría. Nos valió para hacernos un nombre, jugamos en Primera, en UEFA y nos hizo mejores futbolistas», afirma.

Fernando Marqués también jugó en el Rayo y tuvo que buscarse la vida fuera de España, pero su experiencia terminó siendo más traumática. «Cuando llegué al Parma estaba bien el equipo, pero al tercer año explotó. Hubo bastantes impagos a los futbolistas y el equipo desapareció. Tuve que esperar a que salieran los juicios y se solucionara todo para volver a jugar y fue lo que me frenó mi trayectoria. No pude jugar en dos años y medio y eso mermó un poco mi carrera», se lamenta.

Marqués ha trabajado con un entrenador personal, aunque echaba de menos el balón en los últimos meses. Cuando salió del Parma la situación era más difícil. «Esos dos años lo llevaba un poquito mal. En ese estado no podía estar alerta porque no podía jugar. Te dejas un poco más, comes peor, no entrenas, mentalmente estás un poco bajo. Ahí lo pasé un poco peor, cogí un poco de peso», reconoce. Aunque la temporada pasada ya terminó jugando en el Guadalajara.

Las sesiones Afe le sirvieron a Jonatan Valle en 2011 para fichar por el Rubin Kazan. Pasó de Segunda B y de estar en el paro a jugar en Europa. «Viví muy buenas experiencias, aunque jugué poquito. Había futbolistas importantes y sólo podíamos jugar cuatro extranjeros. Me quedé con lo más positivo, que es estar en un grande, llevarme un título como la Copa rusa y convivir con grandes futbolistas», recuerda. A los 14 años Gustavo Benítez le llevó a pretemporada con el Racing, aunque no debutó hasta dos años después. «Cuando eres joven tienes que tener un proceso tanto deportivo como de maduración y de mil cosas. Fue una experiencia enorme para mí, un niño con 14 años conviviendo con un equipo y que me trataran ya como un profesional, en ese sentido sí que me fue perjudicial. Por lo demás fueron unos días inolvidables», recuerda Jonatan.

Emiratos Árabes fue el destino de Toni Moral en 2014 después de participar en las sesiones Afe. «Siempre me había picado la curiosidad de vivir una experiencia en el extranjero y cuando me surgió la oportunidad de irme a Grecia no me lo pensé. Y lo mismo me pasó con los Emiratos Árabes», asegura. Se fue a un equipo de Segunda con un contrato mucho más ventajoso que el que podía encontrar en la Segunda B española. Tampoco en Grecia tuvo problemas económicos. Sí los sufrió en España, cuando el Alavés entró en ley concursal. «Hace unos años parecía lo más normal del mundo», dice. Su última experiencia ha sido en Finlandia, donde compatibilizaba su puesto como entrenador de un equipo cadete con el de jugador en el Legirus Inter, en el equivalente a la Tercera española. «Fueron cuatro meses y una experiencia muy chula», reconoce Toni, que a los 35 años no ha perdido la ilusión.