
Entrevista
Ángela de Miguel, presidenta de Cepyme: «Debe parar el expolio fiscal para acabar con la sangría de empresas»
La nueva líder de la patronal avisa al Gobierno: «¿Por qué debe decirnos cómo organizarnos?». Marca una línea roja: «Lucharé contra cualquier política que perjudique a las pymes españolas»

Pasada la vorágine de la campaña electoral de Cepyme, su nueva presidenta, Ángela de Miguel, no ha querido dejar pasar ni un día y se ha puesto al frente de la patronal de las pymes para dirigir su destino durante los próximos cuatro años, para buscar la «unidad y la integración» de todos y para todos, «no sobra nadie». Promete «trabajar las 24 horas del día y los 365 días del año» para defender a las pequeñas y medianas empresas, incluido hacer frente a las «injerencias y políticas intervencionistas» del Gobierno. Concede a LA RAZÓN la primera entrevista como presidenta de la patronal de las pymes.
Ha sido una campaña muy dura y en algunos momentos incluso sucia. ¿Va a hacer borrón y cuenta nueva?
Ya estamos solo para trabajar por y para las pymes españolas, que están en una situación realmente complicada, porque muchas no saben si van a poder levantar cada día la persiana o sobrevivir un día más. Realmente hay que ser un héroe para tener una empresa con todas las trabas que nos ponen por el camino. Sabemos que la situación es realmente dramática y hay que ponerse manos a la obra para evitar que sigan sufriendo esta sangría.
En sus primeras palabras como ganadora de las elecciones dijo usted que quiere una Cepyme integradora y unida.
En esta nueva Cepyme no sobra absolutamente nadie. Somos una organización que está formada por casi 3.000 organizaciones, que nos dan nuestra fuerza y nuestra capilaridad.
¿Cree que la organización puede partirse en dos tras un resultado tan ajustado en las elecciones, de apenas 30 votos de diferencia entre ambos?
Lo que se ha visto es que hay mucha pluralidad y eso siempre es bueno. Todos tenemos una opinión propia, pero estoy convencida de que todas y cada una de las personas que representan estas 3.000 organizaciones tienen un compromiso claro en defensa de las pymes, vamos a estar todos en la misma línea. Porque con la división, desde luego, la empresa española no gana.
¿Teme que haya algún tipo de oposición interna entre los que han apoyado al antiguo presidente?
Evidentemente, dentro de los espacios que tenemos para el debate habrá debate, como siempre lo ha habido. Pero yo no creo que vaya a haber ninguna diferencia importante. Yo lo que percibo es que estamos con absoluta normalidad todos a una.
¿Cuáles van a ser sus primeros pasos como presidenta?
Lo primero denunciar la situación tan dramática que está viviendo la pyme española. Cada vez hay menos, son más pequeñas y contratan menos. Y eso es un problema no solo para las empresas, sino que es un problema para todos los españoles. La empresa es la que nos da la vida, la que vertebra nuestro territorio, la que vertebra nuestros barrios, nuestros pueblos. Y está desapareciendo. Le pido a los ciudadanos españoles que piensen cómo podría ser una España sin sus pymes. Cómo sería su barrio, cómo sería su pueblo sin esas pequeñas empresas que son las que nos dan la vida.
¿Cómo puede solucionarse esta situación?
En el momento que el Gobierno tenga claro que hay que hacer una política de defensa de la empresa y pongan medidas para que puedan sobrevivir. Primero tienen que bajar el esfuerzo fiscal, que en España es del 37% mientras que la media de la UE está en el a media de la Unión Europea está en un 25%. Es un verdadero expolio fiscal. No tiene ningún sentido y debe parar, porque está haciendo que las empresas desaparezcan y cierran. Hay que parara la sangría de los costes laborales, que en los últimos cuatro años se han incrementado un 20%. Suben los costes, bajan los ingresos... Es absolutamente inasumible.
¿Va a concertar alguna reunión con el Gobierno?
Vamos a ir a todas las mesas y no vamos a perder ninguna de las oportunidades que tengamos para negociar. Porque queremos que la voz de la pyme se oiga alta y clara. Y para eso tenemos que estar sentados en todas y cada una de las mesas de diálogo social.
¿Qué tiene en mente plantear al Gobierno?
Nuestro modelo de regulación es el que tenemos desde la democracia, que es el que mejor ha funcionado siempre, en el cual gran parte de las decisiones que afectan a la empresa se toman de manera autónoma y libre entre empresas y trabajadores. Decidiendo y negociando lo que es mejor en cada lugar y en cada territorio. No entendemos muy bien la obsesión del Gobierno por limitar esta autonomía de empresas y trabajadores. Pero si la empresa y el trabajador de un territorio determinado y de un sector determinado están de acuerdo en algo, ¿por qué tiene que venir una Administración pública a decirnos cómo nos tenemos que organizar si estamos de acuerdo en las dos partes? Lo mejor que puede pasar es que lleguemos a acuerdos porque eso te lleva a la paz social. Porque nadie mejor que nosotros, empresas y trabajadores, para decidir sobre lo que nos importa. Los primeros interesados de que el modelo funcione son los propios trabajadores. Y por eso funciona también el diálogo social y ha funcionado tantos años.
¿Cree que el Gobierno no tiene en cuenta a las empresas y sus especificidades?
No entendemos ese afán de intervenir y coartar todo ese proceso de negociación colectiva que tiene el Gobierno. Tenemos sectores de actividad muy diferentes, con necesidades totalmente distintas y unos territorios en España muy variados. Las normas que se hacen a nivel global y para todos los sectores dejan en la cuneta a un montón de empresas de muchas zonas de España y de muchos sectores. La negociación entre empresas y trabajadores corrige eso.
¿Se puede luchar contra ese intervencionismo del Gobierno de Pedro Sánchez?
Nosotros lo vamos a hacer, por supuesto. Lo que no podemos es conformarnos o tener una actitud conformista o derrotista. Las cosas hay que trabajarlas para que cambien. Nosotros empezaremos desde ya. Si no somos reivindicativos las cosas nunca van a cambiar. Y si las cosas no cambian, tendremos menos empresas.
¿Va a plantear líneas rojas al Gobierno?
Hay una línea roja que es fundamental: cualquier política pública que perjudique a la pyme española. Es muy simple.
¿Cuál va a ser su posición con la reducción de jornada, con las subidas unilaterales de SMI o las de las cotizaciones?
Estas medidas, las que ya están aplicadas y las que pretenden aprobar, son las que están provocando el cierre de empresas. Y ese es un dato objetivo y una realidad. Nos vamos a oponer a cualquier medida que lleve al cierre de empresas. Y las futuras, que esperemos que no lleguen a ver la realidad, como por ejemplo las 37 horas y media, estamos absolutamente en contra que se apruebe por imposición del Gobierno, porque eso va a llevar a más cierre de empresas. No podemos defender ni apoyar ningún parche ni ninguna medida que lleve al cierre de empresas.
¿Cree que es posible negociarlo con este Gobierno?
Nosotros siempre vamos a estar con la mano tendida y dialogando, y siempre vamos a buscando soluciones que sean buenas para las empresas españolas. Ahí siempre nos van a tener. Pero si lo que deciden es hacer daño a las pymes, seremos beligerantes.
¿Cuáles van a ser las tres líneas maestras que va a defender ante el Gobierno?
Luchar contra el exceso de cargas burocráticas, que se reduzcan los costes laborales, que se han incrementado en cuatro años un 20% y, por supuesto, que cese la presión fiscal Estamos hablando de 12 puntos más de la media europea. Es una barbaridad. La empresa española no lo puede soportar más.
¿Está de acuerdo con los planes del Gobierno de acabar con la energía nuclear?
Evidentemente no. Acabamos de ver claramente lo que ha supuesto el apagón.
¿Por qué el Gobierno demoniza a los empresarios?
No lo entiendo. Cuando no hay empresas, no se crea empleo, nuestros barrios se devalúan, nuestros pueblos se vacían, nuestras ciudades se vuelven tristes y la economía no progresa.
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