DGT
Los helicópteros que saben si has pasado la ITV vigilan ya desde el cielo
Airbus ha incorporado en su fábrica de Albacete lectores automáticos de matrícula en helicópteros de la DGT para ir en busca de infractores al volante
Todos estamos familiarizados con las aeronaves. Coger un avión puede resultar incluso una opción más económica que el transporte terrestre. Sin embargo, pese a que este tipo de aparatos pudieron ser concebidos como el futuro del transporte, su funcionalidad sigue siendo bastante limitada. Las labores arriesgadas, como la extinción de fuegos, rescate en zonas de difícil acceso, o la prestación de servicios médicos de emergencia, corren a cargo de los helicópteros. A estos grandes desconocidos de la aviación solo acostumbramos a verlos en televisión o en persona cuando se realiza algún desfile militar. No obstante, pese a ser una industria pequeña, su capacidad de vuelo quieto y de aterrizaje y despegue en vertical, los convierte en herramientas clave para garantizar la seguridad de cualquier país. Modelos como el NH90 de uso militar y el helicóptero con lector automático de matrícula capaz de conocer hasta si ha pasado usted la ITV, llevan el sello “made in Albacete”. La DGT puede contar con esta herramienta que se suma a los ocho helicópteros Pegasus con radares aéreos incorporados. Ahora puede conocer los entresijos de la planta de Airbus Helicopters situada en la ciudad castellano-manchega, la capital española de los tres centros de producción de la compañía (España, Alemania y Francia).
Las líneas amarillas marcan el camino a través de la planta. Divididos en tres hangares, los trabajadores de Airbus Helicopters llevan a cabo las labores de fabricación, revisión y trasformación de todo tipo de helicópteros. Pero, aunque todos los modelos tienen cabida, durante la primera fase del proceso, la fabricación, esta planta solo abarca una tercera parte de esas aeronaves: los fuselajes traseros. En origen, cuando España decidió ser partícipe de la industria del helicóptero, puso en marcha en 2007, junto con Airbus, la planta de fabricación de helicópteros situada en Albacete. Por aquel entonces, la sostenibilidad de la planta de Albacete dependía exclusivamente de los modelos Tigre, NH90 y EC135 contratados por el Gobierno español. La especialización fue la solución. Ahora todas las fábricas de Airbus siguen el mismo modelo. Se dedican a la fabricación de partes concretas cuyo ensamblaje se produce posteriormente. Este cambio permite reducir los tiempos de entrega, abaratar costes y ser más flexibles ante las fluctuaciones del mercado.
En sus más de 150.000 m² , la planta de Albacete fabrica, paso a paso, las partes traseras de cualquier modelo actual o futuro de los helicópteros de Airbus. Además de producir los fuselajes traseros de helicópteros comprados alrededor de todo el mundo, Albacete se encarga de casi la total fabricación del modelo NH90 (cuyo precio 30 millones de euros). En el caso de esta versión exclusiva para España, Sevilla concentra la producción de su fuselaje trasero, y la planta de Albacete se encarga de la parte delantera, la central, ensambla todas las piezas y lo prueba, dejándolo listo para usar. Además del NH90, esta planta también termina de montar y equipar todos los helicópteros vendidos en España. Rodeados de enormes fragmentos de helicópteros, nos explican que estas pequeñas aves de hierro ya no hacen gala a su nombre. El material del futuro es la fibra de carbono. Esta tecnología requiere un proceso de pegado y curado. Una vez unidas todas las partes, el aparato resultante no solo es menos pesado, sino también más seguro. Este materia evita la propagación de grietas, no conduce la electricidad y no tiene fatiga, es decir, desgaste por el uso.
374 de estas aeronaves sobrevuelan ya España, aunque Airbus Helicopters en Albacete aspira a vender hasta 400 de estos aparatos a partir de 2020 gracias a su nueva estrategia industrial. Hasta el momento, y esperan que siga así, el 100% de los helicópteros militares usados por la Policía, Guardia Civil y Tráfico son de Airbus desde 1973. Todos los pilotos militares españoles se forman con un modelo Colibrí del fabricante europeo, y para una formación más avanzada, posteriormente pasan a manejar el modelo H135. Por ello, José María Rubio, director de Relaciones Institucionales y Comunicación de Airbus Helicopters España, señaló la posibilidad de que los pedidos fueran incluso mayores ya que la Guardia Civil “necesita urgentemente renovar su flota”, sustituyendo los BO105 por H135, de los cuales ya han solicitado 18. España tiene más de 200 helicópteros militares, una cantidad que el Ejército quiere reducir hasta los 140, sustituyendo los modelos antiguos por otros más operativos. Según fuentes de la compañía, ya tienen encargados 45 NH90 del centenar que pretendían adquirir para dar de baja los antiguos modelos por este. En Albacete, también se fabrica, entre otros, la cola del helicóptero de nueva generación H160, que entrará en servicio en 2020 y del que se espera vender hasta 40 al año.
Revisiones cada 10 años
Otro pilar de esta planta es el mantenimiento. Cada 10 años, los helicópteros dejan los cielos por un periodo de entre ocho meses y un año. Durante este tiempo son desmontados por completo, se revisan todas sus piezas, de las cuales se sustituyen aquellas que estén dañadas u obsoletas y se devuelven a su estado original. Esta puesta a punto se puede prolongar hasta dos años cuando los aparatos se enfrentan a entornos especialmente hostiles. Un helicóptero procedente de Canarias o del Mar del Norte tendrá que sufrir mayores modificaciones técnicas al pasar por quirófano. Estos son ambientes bastante más corrosivos, por el salitre, las elevadas temperaturas y la ceniza volcánica, en el supuesto canario. La seguridad es un aspecto ineludible y una revisión cada 10 años parece demasiado lejana. Por ello, cada 600 horas de vuelo todos los helicópteros fabricados por Airbus pasan una revisión de tres meses. Según fuentes de Airbus Helicopters, Albacete suele revisar entre 20 y 30 helicópteros al año, de los 374 helicópteros de Airbus que operan en España. Los que suelen estar en revisión son grandes aparatos, los pequeños no tienen tanta carga de revisión y se pueden hacer directamente donde se encuentre el usuario. Por ello es fundamental la proximidad al cliente, de ahí, la elevada ramificación de los operadores.
En el hangar se podían observar helicópteros con la bandera alemana, española y catarí, entre otras. Debido a esta diversidad, los ingenieros y técnicos de Airbus deben disponer de permisos de la OTAN antes de llevar a cabo ninguna inspección, ya que las aeronaves contienen información militar sensible y encriptada. Justo antes de abandonar las líneas amarillas que conducían a través de las diferentes estancias, el equipo de Airbus nos explica que en el último hangar las labores de revisión coexisten con las de transformación. Los helicópteros anteriormente destinados a transporte “offshore” (transporte personas y equipos a plataformas petroleras alejadas de la costa) son sometidos a una reforma de arriba a abajo que los deja como nuevos y los prepara para desempeñar labores de ayuda en el mundo civil.
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