Emprendedores

Uno de cada tres negocios no llega al tercer año de vida

Los nuevos emprendedores se han desacelerado en el último año y la gran parte de ellos forman parte del colectivo mayor de 45 años

Una mujer pasa frente a una vitrina que anuncia su liquidación por cierre
Una mujer pasa frente a una vitrina que anuncia su liquidación por cierreJuan Ignacio RoncoroniEFE

Emprender se ha convertido en uno de los verbos que está más de moda en España y una de las actividades preferidas por los trabajadores. Pese a ello, no todos alcanzan el éxito, es más, el 50% de las iniciativas empresariales que ponen en marcha estos trabajadores no superan el quinto año y el cupo de tres solo lo alcanza un 66%. En palabras del presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) Lorenzo Amor, “uno de cada tres emprededores autónomos no llega al tercer año, es decir, antes de los tres años se quedan en el camino entorno a un 30% de los proyectos”.

Frente a esto, “hay que distinguir dos cuestiones”, señala Amor. En 2019, “el numero de iniciativas de emprendimiento se ha desacelerado”, y en segundo lugar, “la mayoría de ellas las han desarrollado personas mayores de 45 años”. En cuanto a éste ultimo punto, Amor explica que “son personas que han sido jóvenes y fueron expulsadas del mercado laboral con una importante experiencia y pertenecientes, probablemente, a una compañía financiera o telefónica con un gran bagage”. Debido a esto, “no quieren estar en el sofá de su casa, por lo que deciden poner en marcha un negocio que, en muchos, termina en fracaso”. Así, durante los últimos tres años, el número de trabajadores autónomos en nuestro país se ha disparado en un 50%, pero “ha descendido el dato de autónomos menores de 30 años”, añade el presidente de ATA.

Desde 2013 existe una tendencia positiva para detectar las oportunidades de negocio y “ha habido una evolución en la mentalidad de los españoles hacia la auto ocupación”, según Enric Serradell-López, profesor de los estudios de Economía y Empresa de la Universidad Oberta de Cataluña (UOC). Así, un 6,4% de la población adulta española es emprendedora. Una tendencia que se ve reforzada por el hecho de que casi la mitad de la población de entre 18 y 64 años considera que tiene los conocimientos, las habilidades y la experiencia para emprender, y llega al 84% en todos aquellos que están involucrados en las actividades emprendedoras, según el último informe del Global Entrepreneurship Monitor (GEM).

Esta dinámica de creación de emprendedores no sigue el mismo curso que la de destrucción de empleo. En este sentido, según el informe, la vida media de las empresas emergentes españolas ronda los 3 años, mientras que en Europa roza los cuatro. Los principales obstáculos con los que se topan estas empresas son, entre otras cosas, el sector por el que apuestan, la financiación necesaria y el objetivo del producto que comercializan. Y no todo es compatible. Así, España cuenta con una de las tasas de creación y destrucción de empresas más altas de las grandes economías europeas, solo superada por el Reino Unido. Frente a esto, Serradell-López explica que se debe al hecho de “copiar a Silicon Valley cuando no se comparte la misma cultura empresarial”. Los aspectos culturales “son muy importantes”, apunta, y una de las características de la cultura emprendedora en Estados Unidos “es la del reconocimiento al fracaso, es decir, el fracaso se ve como un punto más en el recorrido del emprendedor y se valora positivamente”.

Claro que, “si emprender fuera garantía de éxito no habría solo 3 millones de emprendedores en España, sino que serían 6 millones”, concreta Amor. Cabe destacar también que en los últimos tres años, en España, "las mujeres emprendedoras autónomas han tenido más éxito que los hombres, puesto que “este colectivo ha superado el 60% del crecimiento en materia de emprendimiento autónomo. Incluso hay mas mujeres autónomas que en el año 2008, y menos varones que en ese mismo año”, concluye Lorenzo Amor.