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El coronavirus frena en seco al AVE

La suspensión de la obra pública detiene casi todos los trabajos de Adif. La previsión del gestor era terminar este año otros 300 kilómetros de la red de ferrocarril de alta velocidad.

Obras de construcción de una línea de ferrocarril de alta velocidad
Obras de construcción de una línea de ferrocarril de alta velocidadlarazon

El AVE ha frenado en seco. No el servicio, que se sigue prestando al ralentí, según las condiciones del estado de alarma para combatir la expansión del coronavirus; sino sus obras. Los trabajos para ampliar la red de alta velocidad ferroviaria española han quedado en suspenso dado que al sector de la construcción le es de aplicación el Decreto aprobado por el Gobierno el pasado domingo que paraliza las actividades no esenciales y articula el permiso retribuido recuperable a los trabajadores de estos sectores. Adif, el gestor de las infraestructuras ferroviarias, únicamente mantiene en marcha aquellos trabajos de mantenimiento correctivo y de emergencia que se consideran esenciales para que los servicios de viajeros y mercancías que están autorizados en este momento se puedan seguir prestando con normalidad.

Según los planes en marcha, está previsto que este año se terminen unos 300 kilómetros de la red de alta velocidad, que superaría de esta manera los 3.500 kilómetros. Entre los tramos previstos está el del corredor gallego entre Pedralba de la Pradería y Zamora; otro entre Monforte del Cid y Orihuela-Beniel de la línea a Murcia o los últimos 89 kilómetros que unen Palencia con Burgos. Pero la infraestructura más próxima en el calendario de inauguraciones es el túnel que une las estaciones madrileñas de Atocha y Chamartín. El ministro de Transportes, José Luis Ábalos, anunció hace unas semanas que el túnel entraría en servicio en el tercer trimestre del año recién inaugurado. Fuentes de Adif situaban su apertura más en el mes de junio que en abril. El túnel está acabado y Adif lo tiene en fase de pruebas. Pero, como explican desde el gestor, «en unas condiciones como las actuales hay que ser muy cautos, pues todavía es pronto para determinar si habrá afectación».

Infraestructura clave

La obra entre Atocha y Chamartín no sólo es importante para permitir realizar viajes transversales en AVE sin necesidad de trasbordo. Lo es también de cara a la liberalización del sector, prevista para diciembre. Su puesta en servicio, según el gestor, permitirá mejorar la oferta tanto de Renfe como de sus rivales, SNCF e Ilsa-Trenitalia.

Igual que con este túnel, Adif cree que es «pronto» para ver si el resto de su planificación se verá afectada por la suspensión de la obra pública. Estiman que el permiso retribuido recuperable evitará que las empresas tengan que suspender contratos, salvo en aquellos casos en que alguna compañía afronte una determinada situación de dificultad que «se analizará» desde la empresa pública. Además, destacan que la figura articulada por el Gobierno para el cese de actividad les permitirá recuperar de modo paulatino los trabajos, algo que esperan no se dilate en el tiempo.