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Mahou registrará pérdidas este año por el desplome de ventas de los bares

La cervecera ha registrado una caída total de la facturación superior al 10%. En el canal hostelería, el retroceso se eleva al 37%

Instalaciones de Mahou San Miguel
Instalaciones de Mahou San MiguelRafa Rubio-OPfotografos

Aún no sabe cuánto, pero lo que sí tiene claro Mahou San Miguel es que este año perderá dinero. El impacto del coronavirus en la hostelería está siendo tan devastador, con locales cerrados o trabajando a medio gas, que ni siquiera la mejora de las ventas del canal de alimentación, especialmente durante las semanas de confinamiento, han sido capaces de compensar en los primeros ocho meses del año el desplome de la facturación del canal de los bares y restaurantes. Aunque la compañía incrementó su facturación en las tiendas de alimentación un 10% hasta agosto, sus ventas a bares y restaurantes se desplomaron un 37%. Con el agravante, como ha explicado Alberto Rodríguez-Toquero, director general de Mahou, de que aunque las ventas del canal de hostelería representan un 55% del total de las de la compañía en cuanto a volumen, suponen sin embargo un 75% de sus ingresos.

Aunque tiene claro que este año toca perder dinero, Rodríguez-Toquero no se ha aventurado a calcular cuánto debido a la incertidumbre. “Las decisiones las estamos tomando en tiempo real. Las horquillas con las previsiones las hacemos semana a semana, según evolucionan las cosas, porque hay mucha incertidumbre", ha explicado. Después de un verano algo mejor de lo esperado, en Mahou temen que el final del buen tiempo vacíe las terrazas, que han servido de salvavidas a muchos negocios hosteleros. Pero ni siquiera es posible prever una evolución de las ventas en hostelería en vista de que, en función de cómo evoluciona la pandemia, se acuerdan nuevas restricciones, lo que está generando mucha incertidumbre, ha explicado el directivo de la cervecera española.

A pesar de la difícil papeleta que tiene por delante en los próximos meses, Mahou asegura que cuenta con una situación financiera saneada para resistir hasta que la situación se normalice. Tras registrar un beneficio bruto de 192,2 millones de euros en 2019, la compañía contaba a finales del pasado ejercicio con una tesorería de 450 millones de euros y no tenía deuda bancaria pendiente. Estos recursos disminuyeron algo a comienzos de este ejercicio tras incrementar su participación en las cerveceras artesanales norteamericanas Founders Brewing y Avery Brewing, hasta un 90% y un 70%, respectivamente. Sin embargo, la cervecera ha podido tirar de su caja para mantener su actividad priorizando además el empleo. “Desde el principio de la crisis, hemos tenido claro que lo prioritario este año no era el beneficio, sino otras cosas como mantener el empleo y los salarios, y eso lo hemos conseguido”, ha explicado Rodríguez-Toquero.