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Viva la okupación

El ministro de Consumo prepara un decreto que la ampara e impide que se pueda desahuciar a quien entra en tu vivienda y se queda a vivir en ella

La okupación se ha disparado con el actual Gobierno
La okupación se ha disparado con el actual GobiernoLa Razón

Quién decía que el ministro de Consumo, Garzón, no hace nada. Sí que hace. Lo último, un decreto que avala la okupación ilegal durante la pandemia. Ahora ya entendemos por qué había tanto interés en el estado de alarma:no tienes que dar explicación de nada, haces lo que quieres, cambias las normas por decreto, contratas sin licitar, te saltas la transparencia y amparas la okupación impidiendo que se pueda desahuciar a quien entra en tu vivienda y se queda a vivir en ella.

Garzón, partidario confeso del régimen cubano, ya se hizo famoso por su diatriba contra el turismo, actividad propia del capitalismo asqueroso. Ahora reaparece con un decreto que avala la okupación ilegal, amparándose en la necesidad de “proteger al consumidor”, y blindando al “habitante sin título” de la posible acción tanto penal como civil de la Justicia.  De manera que se elimina la suspensión de la paralización del desahucio del individuo-okupa incluso si hay delito, en consideración de que si se rompe una puerta no hay intimidación, y sólo se puede parar el desahucio si hay violencia.

O sea que, a estas alturas, los okupas ya saben cómo tienen que okupar: derribando la puerta, pues eso no es intimidación, sino un derecho, oiga.

Después de esto, me dicen que el tal ministro komunista está preparando una ley sobre “komo okupar pisos por la kara”. Artíkulo-one: “Kualkiera puede okupar un piso y kedarse a vivir en él by-the-face sin pagar komunidad ni alkiler”. Artíkulo-two: Método de okupación: a ser posible derribando la puerta a patada limpia o con una biga, entrando a sako komo si fuera tu kasa, instalándose en ella tan rikamente y pasándole todas las facturas al propietario, para que pague algo, el hijoputa. Y si no paga se le denuncia por tirano kapitalista, usurero y kabrón. Viva la okupación.