Crisis
Un 36% de los españoles cree que su situación económica ha empeorado
Autónomos y parados, los que más han sufrido los efectos de la pandemia, según Funcas. Jubilados y funcionarios, los que menos
El impacto social de la pandemia diez meses después de que estallara sigue siendo persistente. Más de un tercio de los españoles (36%) cree que la situación económica de su hogar ha empeorado desde que se declaró la pandemia por el coronavirus (abril de 2020), según una encuesta de Funcas llevada a cabo entre el 11 y el 22 de enero a 1.346 individuos residentes en España. Entre los entrevistados jóvenes, los porcentajes de quienes consideran que la situación económica de su hogar ha empeorado son todavía más elevados: 43% (18 a 24 años) y 48% (25 a 34 años). En cambio, los mayores de 64 años, que perciben muy mayoritariamente rentas del Estado (a través de pensiones), constituyen el colectivo que en menor proporción piensa que su situación económica se ha deteriorado.
Se observa asimismo que la pandemia ha golpeado económicamente en mayor medida a aquellos hogares en los que viven menores (hasta 16 años): el 44% de los entrevistados que viven en ellos considera que la situación económica de su hogar ha empeorado desde que irrumpió la pandemia, un porcentaje nueve puntos superior que el de los entrevistados que no conviven con menores (35%).
Por cuenta propia
La proporción de quienes han visto empeorar la situación económica de su hogar también es particularmente elevada entre los trabajadores por cuenta propia: casi la mitad de ellos (48%) así lo indican, mientras que entre los trabajadores por cuenta ajena el porcentaje cae hasta 37%.
Pero quienes con mayor frecuencia reconocen un empeoramiento de su economía doméstica son los entrevistados parados: aproximadamente seis de cada diez de los que se encuentran en esta situación así lo reconocen, una proporción muy parecida a la de los entrevistados con nacionalidad diferente de la española (57%). El optimismo respecto a la evolución (hasta el verano) de la situación económica del propio hogar es muy moderado. La mayor parte de los entrevistados (60%) piensa que no cambiará, mientras que un 21% opina que empeorará, y solo un 13% que mejorará.
Los jóvenes, optimistas
Los más optimistas son los jóvenes (el 22% de quienes cuentan entre 18 y 34 años creen que la situación económica de su hogar mejorará), mientras que el pesimismo se encuentra más extendido entre la población de más edad (el 25% de los entrevistados mayores de 54 años optan por la respuesta «empeorará»). A pesar de este deterioro de las economías domésticas, el 46% de los entrevistados declara estar más preocupado por la pandemia que por la situación de la economía, mientras que un 23% asegura que le inquieta más esta última.
La preocupación por la pandemia supera a la preocupación por la economía en todos los grupos sociodemográficos, salvo en el que incluye a los entrevistados de 25 a 34 años. Es el único que reconoce más intranquilidad por la economía que por la pandemia (40% frente a 38%). Entre los mayores de 64 años, solo un 9% señala la situación económica como su preocupación principal, frente a un 52% que prioriza la preocupación por la pandemia. La mención de la pandemia como preocupación prioritaria es más frecuente entre los entrevistados que se encuentran fuera del mercado laboral (pensionistas, estudiantes y personas dedicadas a las labores del hogar: 48%-53%) o que trabajan para el sector público (59%). Los datos sugieren que la cobertura estatal de las rentas (vía prestaciones o retribuciones) reduce la preocupación por la situación de la economía.
Prosiguen los contactos
La pandemia y las consiguientes restricciones que ha supuesto para los encuentros personales no han mermado la frecuencia de los contactos con los familiares cercanos con los que no se convive. La mayoría de entrevistados (55%) reconoce que actualmente habla con esos allegados igual que antes. Ahora bien, un 28% afirma que lo hace con más frecuencia, 12 puntos porcentuales más que los que admiten hacerlo con menor frecuencia (17%). La proporción de mujeres que en estos momentos hablan más que antes con familiares cercanos no convivientes se acerca a un tercio (31%); esa misma proporción arrojan las respuestas de los entrevistados entre 45 y 64 años.
Respecto a la valoración del funcionamiento del sistema sanitario durante la pandemia, el 45% de los entrevistados declara que la atención primaria ha funcionado bien o muy bien durante la crisis sanitaria, porcentaje que asciende al 53% en el caso de la atención hospitalaria. La mejor valoración de la atención hospitalaria se refleja también en la proporción de personas descontentas con el funcionamiento del sistema sanitario: más de un tercio de los entrevistados califican negativamente el funcionamiento de la atención primaria, mientras que solo un quinto valora así la atención hospitalaria.
A pesar de los problemas de distribución de la vacuna y escasez de dosis, la opinión pública española es clara: a más de dos tercios (68%) les parece bien que la Unión Europea haya centralizado la gestión de las vacunas, y solo un 17% habría preferido que lo hiciera España. Los hombres son más favorables que las mujeres a la opción europea, y también los jóvenes.
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