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Boeing recomienda suspender vuelos del modelo 777 tras el incidente del sábado

La compañía no levanta cabeza: a ello se le suman los accidentes en 2018 y 2019 del Boeing 737 MAX, los cuales se cobraron la vida de 346 personas

Salen de una para entrar en otra. Si el sábado sufrieron un accidente en pleno vuelo, hoy piden no arriesgar y llaman a la cautela. La compañía Boeing ha recomendado suspender las operaciones de los 69 aviones del modelo 777 que se encuentran en servicio y de los 59 en almacenamiento, todos ellos con motores del tipo “Pratt & Whitney”, tras el incidente ocurrido el sábado en el cual un motor ardió en pleno vuelo con 231 pasajeros a bordo.

La decisión ha tenido lugar a colación del incidente registrado hace dos días en un trayecto Denver (Colorado) a Honolulú (Hawái). El avión tuvo que dar media vuelta ya que algunas partes del fuselaje se precipitaron sobre un suburbio de la ciudad, tal y como informaron las autoridades locales.

Sin embargo, no hubo que lamentar heridos ni fallecidos. El vehículo regresó y aterrizó “de forma segura, después de experimentar un fallo en su motor derecho poco después de despegar”, indicó en un comunicado la AFA.

La compañía aeronáutica, en unas declaraciones, afirmó que “están inspeccionando activamente el incidente relacionado con el vuelo 328 de United Airlines. Si bien la investigación (de las autoridades) está en curso, recomendamos suspender las operaciones de los 69 aviones 777 en servicio y de los 59 en almacenamiento con motores ‘Pratt & Whitney 4000-112’, hasta que la Administración Federal de Aviación identifique el protocolo de inspección apropiado”.

Además, desde la empresa anunciaron cambios en su flota: “Estamos eliminando voluntaria y temporalmente 24 aviones Boeing 777 propulsados por motores de la serie 4000 de Pratt & Whitney de nuestro programa”, indicó la compañía American Airlines en su cuenta de Twitter.

La empresa, sin embargo, promete no seguir incidiendo en los fallos para subsanarlos “trabajando en estrecha colaboración con los reguladores para determinar cualquier paso adicional y esperamos que solo una pequeña cantidad de clientes sufran inconvenientes”.

La seguridad sigue siendo nuestra máxima prioridad, razón por la cual nuestros equipos participan en una amplia formación para preparar y gestionar incidentes como el (del vuelo de Denver) UA328”, concluye la aerolínea.

Racha aciaga

Lo cierto es que Boeing lleva una racha de acontecimientos funesta. A este incidente se le suma los accidentes de los dos Boeing 737 MAX a finales de 2018 y marzo de 2019 en los que fallecieron 346 personas. Por aquel entonces se determinó que el error radicaba en una cadena de fallos compuesta por errores en su diseño, fallo de Boeing en subsanarlos pese a su conocimiento y falta de supervisión de los reguladores estatales.

“El hecho de que un avión sufriese dos accidentes en menos de cinco meses es una clara evidencia de que el sistema regulatorio es claramente defectuoso y hay que corregirlo”, aseguraba una de las partes del extenso informe de 246 páginas elaborado por el Comité controlado por el Partido Demócrata.