Economía
Suez quiere arrebatar a Labaqua ahora su laboratorio estrella
El análisis de calidad del aire supone el 30% de ventas de la española
Las tensiones en el comité sindical de Labaqua no han amainado después de que los dos gigantes franceses acordaran in extremis mantener a la compañía en el conglomerado de empresas españolas. A la indignación por el «agravio comparativo» de las condiciones de los trabajadores españoles con los franceses se suma ahora la intención de Suez de hacerse con los servicios de medición de calidad del aire de la compañía.
La operación no es menor, teniendo en cuenta que la empresa mantiene una actividad que representa más del 30% del volumen de ventas dentro de Labaqua. Las perspectivas de crecimiento son, además, extraordinarias debido a los compromisos marcados en la Agenda 2030 y los ODS para liderar la transformación sostenible y los retos aparecidos tras la Covid-19. Los objetivos fijados por la ONU abren infinitas posibilidades de progresión en este sector en el que la empresa es un referente en nuestro país.
CC OO han calificado de «indignante» la medida, sobre todo, teniendo en cuenta «lo que hemos tenido que luchar para que dejaran a Labaqua en España y no se llevaran fuera la actividad de análisis de aguas». Entienden que si ahora la nueva Suez pretende «arrebatarnos el negocio de análisis de calidad del aire es porque sabe que es rentable y va a pivotar su negocio sobre este tipo de servicios. Por eso nos lo quiere quitar, para potenciarlo en Francia».
Sostienen que la vicepresidenta ejecutiva de Suez, Diana Galbe, ha influido de manera directa en esta decisión. «Ya lo hizo para garantizar cinco años de empleo a los trabajadores franceses frente un año para los españoles de Labaqua, y ahora quiere también que Suez se quede con el negocio español de medición de calidad del aire». Aseguran que su puesto «al mando de la unidad global de servicios medioambientales le permite influir en la adopción de esta medida y utilizarla, junto con las mejoras a empleados franceses, como trampolín para su ascenso profesional en la compañía». De hecho, aseguran que ambas decisiones han permitido a la directiva posicionarse en la rampa de salida para ser nombrada nueva CEO del gigante francés. La designación, afirman, tiene incluso fecha: el 30 de junio en la Junta General que celebrará la compañía.
Junto a ella, fuentes sindicales aventuran también el ascenso de Ana Girós, la española implicada en casos de corrupción en su anterior compañía y que “junto con Galbe han diseñado la estrategia para traspasar el negocio del laboratorio español a la división francesa”.
El acuerdo entre Veolia y Suez permitirá, finalmente, que Labaqua continúe en el conjunto de empresas de Agbar pero con unas garantías de estabilidad laboral mermadas para sus trabajadores con respecto a sus homólogos franceses y con la intención de traspasar el negocio de medición de calidad del aire a la nueva Suez.
El comité de Labaqua asegura que seguirá luchando por mantener a los trabajadores españoles y sus condiciones laborales en una compañía “ejemplar y referente nacional”.
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