Motor

Tener coche, un agujero negro en impuestos para el bolsillo

Los españoles pagan al menos seis impuestos por la compra y uso de su vehículo, ya sea particular o profesional

Tráfico en la A-4, antigua Autovía de Andalucía, a su paso por Pinto
Tráfico en la A-4, antigua Autovía de Andalucía, a su paso por PintoEduardo ParraEuropa Press

Elevar la presión fiscal ha pasado de ser un objetivo a ser un hecho en el corto plazo, con los ojos puestos en los próximos Presupuestos Generales de 2022 y si la campaña de vacunación nos salva del desastre de la quinta ola. El objetivo a largo plazo del Gobierno es aumentar la presión fiscal desde el actual 38% del PIB al menos hasta el 42% para así poder seguir expandiendo el gasto público. Eso supone aumentar la recaudación en alrededor de 45.000 millones de euros por año, una media de 2.500 euros adicionales por familia. La intención de Hacienda es conseguir al menos 6.000 millones a través de subidas fiscales dirigidas contra las rentas salariales altas -es decir, profesionales y trabaja más cualificados-, a las rentas del capital -los ahorradores- y las empresas y pymes -emprendedores y autónomos-. Además de las nuevas tasas digitales, verdes y sobre la automoción.

En ese último apartado, hay que recordar que los españoles pagan al menos seis impuestos por la compra o el uso de un vehículo, sea profesional o particular. Además de gravarse la adquisición de un modelo nuevo, también hay que pagar otro tipo de tributos por circular o por repostar en una gasolinera. A pesar de que en mayo el Gobierno aprobó un plan para incentivar el cambio hacia el coche eléctrico, que incluiría una revisión de los impuestos de matriculación y circulación por otra clase de tasas que se centren en el uso del coche, mientras esto no ocurra todavía los españoles tienen que pagar múltiples impuestos, que cambian dependiendo de si se habla de un coche nuevo o de ocasión.

Matriculación

Al menos, el Congreso de los Diputados aprobó el pasado 30 de junio la congelación de impuesto de matriculación hasta el 31 de diciembre, evitando el aumento del precio de los vehículos tras la entrada en vigor de la nueva normativa de emisiones WLTP el pasado 1 de enero. Esto es debido a que el impuesto de matriculación está ligado a las emisiones de dióxido de carbono (CO2) que homologa cada automóvil. Al cambiar la legislación y hacerla más estricta, los coches registran una cifra mayor, por lo que pueden saltar de tramo en la tasa y tener que pagar más. De esta manera se zanja uno de los temas que ha tenido en vilo durante semanas a todo el sector.

Sin embargo, se mantienen otras seis tasas al comprar un vehículo nuevo. De primera mano, tiene que pagar un 21% de IVA, considerando los automóviles como un producto general y no de primera necesidad. En 2019, el Estado recaudó más de 4.877 millones de euros por este concepto. Además, en el momento de la adquisición también hay que desembolsar el impuesto de matriculación, que se sigue pagando en función del precio y de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) del modelo. Aunque la subida se había congelado, no se ha paralizado y hay que seguir abonándola.

Otro de los más criticados es el impuesto de hidrocarburos, que grava el consumo de gasolina o diésel, por ejemplo, lo cual encarece más su coste para los conductores. También existe un impuesto sobre las primas del seguro, que implica pagar un 8% sobre su valor cada vez que se renueva esta documentación obligatoria para poder circular. Y, además, la inspección técnica del vehículo (ITV) cuenta con su propio impuesto. Pero esto es sólo a nivel estatal, pues algunas comunidades autónomas también disponen de otras tasas, como Cataluña, que aplica un impuesto sobre el CO2 a los turismos y motocicletas que se paga de forma anual, o también un suplemento de 4,8 céntimos por litro de carburante.

En cuanto a los vehículos de ocasión, también tienen que pagar IVA si la transacción la realiza un vendedor profesional, pero solo se aplica en el margen de beneficio, que es la diferencia entre el precio de compra y el de venta. Si la compraventa se hace entre particulares, no se aplica IVA. Otro impuesto es el de transacciones patrimoniales, que va de entre un 4% a un 8%, dependiendo de la comunidad. El impuesto de matriculación solo se pagaría si se importa un coche desde el extranjero. A los coches de segunda mano también les afectan impuestos como el de hidrocarburos, el de circulación, el de la ITV o el de la prima de los seguros. Y no hay que olvidarse para ambos casos del impuesto de circulación que se paga en las ciudades de residencia.