Presupuestos

Tres de cada cuatro euros de gasto social se irán en prestaciones de desempleo y pensiones

Se llevan 193.600 millones de euros, casi el 75% del total. La factura de las pensiones, pendiente de la inflación para evitar una importante desviación

Imagen de recurso de una persona jubilada
Imagen de recurso de una persona jubiladaJesús G. FeriaLa Razon

Los Presupuestos Generales del Estado (PGE) «más sociales de la historia», como los definió en su presentación la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, lo son porque en solo dos partidas de prestaciones sociales se irá casi el 75% de los fondos asignados: en desempleo y en pensiones. Los PGE de 2022 contemplan una partida de políticas sociales de 248.391 millones de euros, 8.626 millones más que el presente año. Pero el grueso de ese aumento se irá directamente a sostener el sistema de pensiones, que ha elevado su presupuesto un 4,8% respecto al del ejercicio anterior –7.868 millones más–, para situar la cifra total en 171.165 millones de euros para más de 10 millones de pensionistas. Esto supone casi el 38% del total de las cuentas públicas y la cifra representaría casi el 40% del total de gasto de no incorporar los fondos europeos que llegarán para financiar inversiones y reformas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Así, el título de «cuentas más sociales» quedaría inmediatamente diluido por la presión de las pensiones.

Evolución del gasto presupuestado en las principales partidas de gasto en PGEEPDATA07/10/2021
Evolución del gasto presupuestado en las principales partidas de gasto en PGEEPDATA07/10/2021EPDATAEPDATA

Pero esta cifra sería solo una previsión aproximada –muy real y previsible, pero aproximada– en base a la proyección de la inflación hasta final de año. Por tanto, para el grueso de las pensiones el Ejecutivo no tiene todavía contemplada una cifra definitiva, ya que este baremo está supeditado a la media de la inflación del último año, pero contabilizando desde diciembre de 2020 a noviembre de 2021, por lo que, hasta el cierre del mes que viene no habría un porcentaje definitivo. Las pensiones contributivas deberán esperar a que se fije en la ley que se está tramitando en el Congreso y que establece su actualización en función de la inflación media de noviembre, según el coste de vida, de acuerdo con la reforma de las pensiones acordada entre Gobierno y agentes sociales, en torno a las recomendaciones del Pacto de Toledo. Eso sí, la previsión ministerial es que el alza se maneje en una horquilla entre el 2% y el 2,5%. Las pensiones más bajas –mínimas y no contributivas–, junto con el Ingreso Mínimo Vital, lo harán en un 3%.

En cuanto a la partida para el desempleo, ésta será de 22.457 millones de euros, lo que supone descenso del 10,2% respecto a 2021. La buena evolución del empleo en los últimos meses ha llevado al Ejecutivo –en comparación con septiembre del año el paro ha registrado un descenso del 13,7%, con 518.683 parados menos, según los datos del Ministerio de Trabajo– a reducir las partidas de desempleo, que en 2021 ascendieron a 25.012 millones, en unos PGE que todavía debían hacer frente al peor momento de la pandemia. El montante para desempleados ha pasado de representar un 5,5% del total en 2021 a un 4,9% este año. También se ha incrementado la partida para fomento del empleo, para lo que destinará 7.648 millones, un 3,3% más que en 2021. El Gobierno empleará en ello un 2,9% de los fondos europeos, 812 millones.

Es decir, que el gasto social global se llevará casi el 60% de los Presupuestos –seis de cada 10 euros– y superará los 240.000 millones, de los cuales 193.622 corresponden únicamente a pensiones y desempleo –tres de cada cuatro euros–. Si se echa una cuenta más concreta, el gasto en pensiones, desempleo, sueldo de los funcionarios y los pagos en intereses de la deuda se llevan más de la mitad del Presupuesto general, el 53,3%.

Precisamente, la partida destinada al pago de los intereses de la deuda ascenderá a 30.223 millones de euros, lo que supone un descenso del 4,7% respecto a este año, debido a la esperada reducción de la deuda (hasta el 115% del PIB) y del déficit (5% del PIB) para 2022, siempre en base a una previsión macroeconómica que ya ha sido corregida por el INE y que el banco de España ya ha confirmado que re visará igualmente a la baja.

Para afrontar tal magnitud de gasto, y como ha venido sucediendo durante los últimos años, el Gobierno transferirá en 2022 18.396 millones de euros extra a la Seguridad Social para garantizar los pagos a los pensionistas.

Otro de los apartados que tendrá mayor incidencia en los PGE serán los funcionarios. El Gobierno descarta subir el salario de los empleados públicos más allá del 2%, algo que ha levantado ampollas entre los sindicatos. El Ejecutivo teme que la presión que ejerzan sobre los grupos parlamentarios durante la tramitación en el Congreso logre elevar ese porcentaje hasta al doble, el 4% al que quiere llegar, lo que desviaría su previsión peligrosamente. Para intentar compensar y tranquilizar a las organizaciones sindicales se ha convocado la mayor oferta de empleo público de la historia y se ha elevado la tasa de reposición por encima del 100%.Para la partida del sueldo de los funcionarios se ha destinado casi 20.000 millones de euros, que agrupa casi el 5% del gasto.

Volviendo sobre las pensiones, los Presupuestos Generales contemplan también una reducción de 500 euros en la aportación individual máxima a los planes de pensiones privados con derecho a deducción en el IRPF. Ésta pasará de 2.000 a 1.500 euros anuales a partir del 1 de enero, en línea con la intención del ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, de gravar este tipo de productos individuales y potenciar los colectivos y empresariales.

En este sentido, las aportaciones máximas a los planes de empresa con derecho a deducción subirán 500 euros, desde los 8.000 euros a los 8.500 euros para 2022. Entre ambas, la aportación total con beneficios fiscales se mantiene en 10.000 euros anuales, pero en sentido contrario que hace apenas dos años. En este tiempo, las aportaciones máximas a los planes individuales han experimentado un recorte de 6.500 euros, ya que los PGE de 2021 ya introdujeron una rebaja desde los 8.000 euros a los 2.000 euros. La consecuencia directa ha sido que las aportaciones a los planes de pensiones individuales cayeron un 94% en el primer semestre del año.