Dinero
El blindaje del pago en efectivo salva a los billetes y a las monedas
El real decreto publicado en el BOE obliga a aceptar dinero físico en cualquier transacción comercial hasta el tope legal
La pandemia ha puesto contra las cuerdas el pago en efectivo, que parecía ir encaminado a la desaparición por culpa de una tecnología que ha ido adueñándose de todos los espacios que hasta ahora requerían del trato directo. Si se le pregunta a un joven de entre 20 y 30 años por sus formas de pago, seguro que confirma que no ha utilizado «cash» para hacer algún tipo de transacción. Pero la generación «analógica» y la que creció así pero se ha adaptado a marchas forzadas a los nuevos tiempos aún mantiene los viejos hábitos de pagar con billetes o monedas, aunque ya prácticamente el 95% de los españoles lo reduce al comercio de proximidad.
Garantizar el derecho de los consumidores a efectuar sus compras con dinero en efectivo es el objetivo del nuevo real decreto que entró en vigor este mes y que incluye que «la negativa a aceptar el pago en efectivo como medio de pago dentro de los límites establecidos por la normativa tributaria y de prevención y lucha contra el fraude fiscal» es una infracción en materia de defensa de los consumidores y usuarios, y conlleva la aplicación de sanciones económicas para los establecimientos que se nieguen a aceptar esta modalidad de pago.
La intención gubernamental es alinear la legislación española con el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que sentenció el pasado mes de febrero la obligatoriedad de aceptar pagos en efectivo en todo el territorio europeo. Además, el decreto se alinea con las diferentes iniciativas legislativas internacionales, como las promovidas en Francia o en numerosos estados de Estados Unidos, que han regulado esta cuestión para garantizar y proteger el uso del efectivo. De este modo, el consumidor tiene garantizado su derecho a elegir el método de pago que entienda más adecuado. Así, los establecimientos comerciales ya no podrán promover ninguna política general sin efectivo, como habían denunciado algunas asociaciones de consumidores.
España era hasta 2019 el país europeo que más pagaba en billetes y monedas sus compras, un 87% de las adquisiciones realizadas, solo por detrás de Grecia, que apenas le superaba por un punto y por delante de Italia y Portugal. Todos los países del arco mediterráneo tenían porcentajes superiores al 80%.
Sin embargo, la pandemia ha invertido parte de esa forma tradicional de pago. El propio Banco de España, en su informe sobre el uso de efectivo referido al año 2020, sitúa el dinero físico por detrás de la tarjeta de débito, que emplea casi exclusivamente un 54% de los encuestados. Por tanto, la tendencia descendente de los españoles que usan dinero en efectivo sitúa el porcentaje en el 36% actual. El 54,1% afirma que la tarjeta de débito es su método de pago más utilizado en 2020, pero solo un 2,5% de la población ha dejado de usar billetes y monedas en su totalidad, por un motivo principal: de higiene en relación a la pandemia. La aceptación de los pagos con medios electrónicos en los comercios está en el 93% para tarjetas de débito, un 82% de crédito y un 50% el pago con móvil.
El Gobierno rebajó la limitación de pagos en efectivo entre empresarios de 2.500 a 1.000 euros tras publicar el pasado mes de julio la Ley 11/2021de medidas de prevención y lucha contra el fraude fiscal, que inició su andadura con la aprobación del Proyecto de Ley de Medidas de Prevención y Lucha contra el Fraude Fiscal, el pasado 13 de octubre de 2020. Entre las múltiples novedades que introdujo dicha ley, nos encontramos que se acota aún más la limitación de pagos en efectivo, que tiene como objetivo de intentar minimizar el fraude fiscal,nos acercamos cada vez más a un control total de los movimientos de dinero, ya que el objetivo final del Gobierno es «tener la trazabilidad de todas las operaciones», según confirmó la ministra Hacienda, María Jesús M
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