Vivienda

Cinco consejos para ahorrar en la factura de la luz de su segunda vivienda

La potencia supone un gasto fijo que se paga independientemente del consumo, por lo que es recomendable ajustarla al mínimo

Un cable, dinero y una factura de luz, a 3 de enero de 2022, en Madrid, (España)
Un cable, dinero y una factura de luz, a 3 de enero de 2022, en Madrid, (España)Alberto OrtegaEuropa Press

El teletrabajo se ha disparado desde el comienzo de la pandemia, y con este, se han incrementado las personas que usan las segundas residencias como nuevos lugares de trabajo. No obstante, el tener otra vivienda supone una inversión adicional como el pago de una factura de luz más, en la que ajustar la potencia y buscar un precio de kW barato se vuelve esencial para abaratar costes.

Esto sumado al precio de la luz en España, el cual superó por primera vez la barrera de los 300 euros a finales del mes de diciembre, supone para muchas familias un quebradero de cabeza. Por lo tanto, desde la comercializadora low cost de luz y gas, Gana Energía, ofrecen algunos consejos a los propietarios de una segunda residencia para poder ahorrar a final de mes con la factura de la luz.

1. Ajustar la potencia contratada al mínimo

La potencia supone un gasto fijo que se paga independientemente del consumo, por lo tanto es recomendable que la potencia se ajuste al mínimo y su consumo se organice de la forma “más eficiente posible”.

No obstante, esta bajada dependerá directamente de la cantidad de electrodomésticos que se tengan conectados, por lo tanto, el primer paso es ser consciente de lo que realmente se necesita en el hogar y elegir la potencia adecuada. Además, algunas distribuidoras solo permiten hacer un cambio al año, por lo que se debe pensar bien antes de realizar cambios.

Del mismo modo, la potencia puede bajarse o subirse dependiendo de las horas en las que se vaya a usar la electricidad con más frecuencia. No obstante, hay que tener en cuenta que en el caso de bajar la potencia, esta tiene un coste de 10,94€ y volver a subirla tiene precios bastante elevados. Si se aumenta la potencia 1.15kW a 3.45kW cuesta entre 114,11€ y 164,11€; mientras que si se incrementa de 2.3kW a 3.45kW, tiene un precio de 62,52€ a 112,52€.

2. Controlar el consumo eléctrico

El consumo eléctrico es uno de los principales aspectos que repercuten directamente en la factura de la luz. Es importante por lo tanto que tras revisar la potencia que se ha contratado, se haga un control del consumo energético para optimizar al máximo el ahorro.

3. No dar de baja el suministro de la luz

Una de las cosas que no debe hacer el propietario de una segunda vivienda es dar de baja el suministro durante el tiempo que no se encuentre habitando en esa residencia, ya que para volver a darlo de alta es necesario pagar ciertos costes regulados.

En cuánto a los derechos de extensión, estos tienen una vigencia de tres años para suministros de baja tensión, por lo que si se da de alta antes de ese periodo, el propietario de la residencia no debe asumir estos gastos. No obstante, si la segunda residencia se visita varias veces al año, no merece la pena dar de baja la luz para volver a darla de alta cuando se vuelva a visitar.

4. Tener una vivienda eficiente

Dadas las condiciones de las viviendas eficientes, estas consiguen un ahorro energético importante. La eficiencia de la residencia es esencial para evitar derrochar dinero en la factura de la luz, así como en otros gastos adicionales.

Las características que determinan la eficiencia energética de una vivienda son el optimizar los sistemas de calefacción, refrigeración e iluminación; el uso de equipos eficientes o priorizar las energías renovables entre otras.

5. Elegir la mejor tarifa de luz

Es importante que el propietario de esta segunda residencia elija la mejor tarifa de la luz que se adapte a sus necesidades, sobre todo prestando atención a aspectos como el precio de la electricidad, descuentos en las tarifas o incluso en la permanencia.

La elección de la tarifa es importante, no obstante, para ahorrar es esencial que se contraten tarifas baratas para las segundas residencias, por lo tanto no será necesario tener la misma tarifa contratada que en la vivienda habitual ni con las mismas características.