Ferrocarril

Renfe apunta a la alta velocidad de Turquía

La operadora ha firmado un acuerdo que le abre la puerta a la operación ferroviaria en este país, que tiene entre sus planes de desarrollo la alta velocidad

Uno de los trenes de alta velocidad de CAF que unen Ankara con Estambul
Uno de los trenes de alta velocidad de CAF que unen Ankara con EstambulIneco

Renfe ha puesto sus ojos en Turquía como posible destino para sus planes de expansión internacional. La operadora pública ferroviaria acaba de rubricar un acuerdo para alquilar dos trenes de lujo al operador privado turco Sun Tren con los que operar el Cappadocia Express, servicio turístico de lujo que unirá Estambul con la Capadocia. Pero más allá de este arrendamiento de material rodante, lo relevante del acuerdo, como reconoció ayer Renfe en la nota en la que informó de la operación, es que abre la posibilidad de que la compañía española y Sun Tren “negocien una colaboración a largo plazo para la operación conjunta de material rodante y, en definitiva, abre la puerta a la operación ferroviaria por parte de Renfe en Turquía, un mercado en plena expansión que cuenta con numerosos planes de desarrollo, entre ellos el mercado de la alta velocidad”.

El AVE es el negocio sobre el que Renfe ha asentado hasta ahora su expansión internacional. En la actualidad, la compañía opera la línea de alta velocidad entre las ciudades santas de Medina y La Meca en Arabia Saudí. Además, explotará la primera línea privada de este tipo que operará en Estados Unidos entre Dallas y Houston a partir de 2026, si todo va según lo previsto, y por la que espera ingresar unos 5.500 millones de euros en un periodo de 16 años. Y a partir de finales de año, comenzará a operar en territorio francés en el eje entre Lyon y Marsella y Montpellier una vez que la francesa SNCF ha roto de forma unilateral que ambas tenían para operar el servicio transfronterizo entre España y Francia. Aunque su objetivo final declarado es competir con la compañía gala en el corredor Lyon-París, el más rentable de la red gala.

La internacionalización de Renfe es fruto en parte de la necesidad. La liberalización de la alta velocidad en España y la llegada de dos competidores, Ouigo e iryo, detraerá ingresos a la operadora pública española. Por eso, sus planes estratégicos contemplan desde años atrás salir al exterior para compensar esta facturación que, previsiblemente, va a perder a manos de sus rivales.

En plena expansión

Y el mercado turco de alta velocidad, como dice Renfe, es uno de los que están en pleno desarrollo. Según datos de la Unión Internacional de Ferrocarriles (UIC), su red cuenta con una extensión de 2.467 kilómetros operativos o en construcción, lo que la convierte en la sexta más extensa de toda Europa, donde España sigue siendo líder y va camino de los 4.000 kilómetros. Su construcción se inició en 2003 con el trayecto entre Ankara y Eskisehir, que fue inaugurado seis años después. A partir de 2009, Turquía ha ido poniendo en servicio diversas líneas para unir las principales ciudades del país, incluida una conexión entre sus dos ciudades más importantes, Ankara y Estambul.

La construcción de este corredor ha contando con el concurso de empresas españolas. La ingeniería pública Ineco realizó trabajos de asesoramiento, mientras que OHLA participó en los de su tramo entre Eskisehir y Esenkent, con una longitud de 206 kilómetros. Entre las ejecuciones llevadas a cabo, la compañía española construyó de cuatro viaductos, 22 puentes y un túnel con una longitud cercana a los 500 metros.

La participación de compañías españolas también se extiende al material rodante. Trenes de la vasca CAF que pueden alcanzar una velocidad de hasta 250 kilómetros por hora se utilizan en las líneas Ankara-Estambul y Estambul-Konya.

Renfe, no obstante, tampoco se cierra a explorar otras líneas de negocio que no sean la alta velocidad en el exterior. En agosto del año pasado, adquirió el 50% de la compañía checa Leo Express. La firma opera en tres países europeos (República Checa, Eslovaquia y Polonia) y dispone de los recursos y licencias para acceder al mercado alemán. Asimismo, esta operación permite a Renfe optar a licitaciones de obligación de servicio público (OSP) en Alemania, República Checa y Polonia.