Transporte ferroviario

SNCF rompe el acuerdo que tenía con Renfe para operar servicios transfronterizos

La compañía gala ha roto de forma unilateral la colaboración. La operadora española tendrá ahora que pedir permiso para seguir operando en el país vecino

Un tren de SNCF, junto a uno de Renfe
Un tren de SNCF, junto a uno de Renfelarazon

El servicio conjunto de alta velocidad que prestan la operadora gala SNCF y Renfe entre Francia y España tiene los días contados. El operador francés ha comunicado a la compañía española que va a dejar de colaborar en las rutas que operan de forma conjunta entre ambos países, la Barcelona-Lyon-París y la Madrid-Marsella, a partir de diciembre de 2022, por falta de rentabilidad, según ha informado el diario galo “Los Echos” y posteriormente ha confirmado la compañía española.

“Renfe probablemente hubiera preferido continuar, pero no creemos que el acuerdo sea satisfactorio visto desde nuestra posición. Desde hace diez años se avanza, pero estas líneas nunca han sido rentables, y no queremos seguir perdiendo dinero”, ha explicado un directivo de Voyages SNCF al periódico francés. La demanda de asientos en estas rutas cayó un 72% en 2020 en comparación con 2019 debido a la primera ola del coronavirus, mientras que el año pasado lo hizo un 59%.

La fórmula de cooperación del servicio establece que cada una de las compañías mantenga sus ingresos nacionales, pero que compartan los ingresos internacionales y los costes operativos, como los cánones a pagar a los administradores ferroviarios. Pero este sistema ha resultado ser desequilibrado en las secciones nacionales, según el ejecutivo de la SNCF. La compañía gala ha asegurado que prevé retomar por su cuenta el trayecto Barcelona-París “el grueso del negocio” y el único eje “que presenta un balance económico llevadero”.

La ruptura de esta colaboración es el último desplante de Francia a Renfe, que lleva años intentando desembarcar sin éxito en el territorio francés. La operadora española ha solicitado a las autoridades galas autorización para operar el eje de alta velocidad Marsella-Lyon. Se trata de un paso previo para poner después en marcha un servicio hasta París, la línea verdaderamente rentable del sistema francés de alta velocidad. La compañía también tiene interés en líneas regionales en Hauts-de-France e incluso en el eurotúnel bajo el Canal de La Mancha. Sin embargo, hasta ahora, lo único que se ha encontrado son trabas por parte del país vecino, que alega “problemas de compatibilidad técnica” para denegar el desembarco de Renfe en Francia.

En contraposición a las trabas francesas, SNCF, a través de su filial de alta velocidad de bajo coste Ouigo, lleva operando en España desde el pasado mes de mayo, en el corredor que une Madrid con Cataluña -en primavera empezará a operar en el corredor de Levante-, lo que ha llevado al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) a solicitar al Ejecutivo galo “reciprocidad” para que permita la llegada de Renfe al país vecino. La secretaria de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Isabel Pardo de Vera, ha llegado a asegurar queEspaña tiene «absoluta legitimidad» para reivindicar ante la Comisión Europea la igualdad de trato respecto a la liberalización ferroviaria, frente a la «resistencia» que Francia está poniendo a la entrada de Renfe en ese país,

Esta resistencia francesa, en contraposición con la liberalización del sector que ha acometido España, ha provocado que las relaciones entre ambas operadoras sean “un poco tensas”, según han reconocido las fuentes de la compañía gala a “Los Echos”.

Internacionalización

Para Renfe, la entrada en otros mercados es una cuestión capital de cara la futuro. Con la liberalización acometida en España, sus ingresos van a menguar con la competencia. De hecho, en agosto y septiembre, en el corredor entre Madrid y Barcelona, Ouigo le ha arrebatado ya una cuota de viajeros del 30%, según los datos de Adif. Para compensar esta caída de ingresos en el mercado nacional, una de las bazas con las que cuenta Renfe es la internacionalización. De momento, su actividad internacional se limita a la línea de alta velocidad entre Medina y La Meca. También será el operador de la futura línea de AVE entre las ciudades estadounidense de Houston y Dallas en Texas (EE UU) que, según los planes de su promotor, entrará en servicio en 2026 reportará unos ingresos de unos 5.500 millones de euros al año a la compañías.

En Europa, Renfe ha cerrado compra estratégica, la del 50% de la compañía Leo Express. Aunque se trate de una compañía checa, dispone de los recursos y licencias para acceder a uno de los mercados ferroviarios más grandes del continente, el alemán. Cuando la operación se cierre de forma definitiva, Renfe podrá optar con carácter inmediato a licitaciones de obligaciones de servicio público en Alemania, República Checa y Polonia.