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Virginia Guinda plantará cara al “personalismo” y la “opacidad” de Garamendi en la CEOE

La empresaria catalana presentará el viernes su candidatura oficial para presidir la patronal española

Virginia Guinda
Virginia GuindaLa Razón

Habrá batalla por el liderazgo en la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). Después de algunos intentos, varios amagos y un rehúse, habrá una opción alternativa de voto en las elecciones a la presidencia de la patronal de patronales. Antonio Garamendi mantenía hasta ahora en sus manos toda la baraja en la mesa del día 23, fecha de celebración de la Asamblea de la CEOE que elegirá el nuevo presidente. Pero ha cambiado la mano. Según fuentes consultadas por LA RAZÓN, la nueva candidatura alternativa será comandada por la empresaria catalana Virginia Guinda.

La retirada de la carrera electoral del presidente de Faconauto, Gerardo Pérez –tanto por «presiones internas de buena parte de las grandes empresas como por las maniobras de la propia dirección de la CEOE», explican fuentes empresariales–, parecía allanarle el camino al empresario vasco de Neguri para repetir un segundo mandato. Pero ya no está solo. Los rumores sobre una candidatura alternativa han ido creciendo exponencialmente durante los últimos días en la misma proporción que la empresaria ha ido cerrando los avales suficientes para conformar una opción real de triunfo.

Será el viernes cuando Guinda (Barcelona, 1974) haga oficial ese paso. CEO de la papelera Iberboard y vicepresidenta de la patronal catalana Foment del Treball, esta empresaria, proveniente del sector industrial y energético, con experiencia en el crecimiento sostenible y firme defensora de la economía circular, es ingeniera industrial superior por la Universidad Politécnica de Cataluña, vocal del Colegio de Ingenieros de Cataluña, especialista en gestión energética y «una opción con muchas posibilidades si finalmente se confirman en votos reales los apoyos que ya ha recibido de boca de muchos asociados», confirmaron fuentes empresariales.

El paso dado por Guinda tiene que ver con los continuos desplantes de Garamendi hacia la patronal catalana –que culminaron con la desaparición del despacho oficial que Sánchez Llibre tenía en la sede central de la patronal en Madrid– y con el descontento creciente dentro de la propia institución con la gestión presidencial, que ha pasado de ser un secreto a voces a una realidad tangible, en la que una mayoría creciente mostraba sus críticas en privado a sus «excesos» pero no se atrevía a hacerlo en público «por miedo a las represalias», expresan.

Estos críticos del actual presidente –al que acusan de «personalista, de poco transparente y de bloquear cualquier atisbo de debate interno», además de tener «una hoja de ruta de la institución difusa y contradictoria»– consideran que esta presentación «es positiva para la CEOE porque en estos tiempos de cambio es necesaria una nueva versión de la patronal. Debemos ser más activos, escuchar más y ser influyentes en el diseño de la nueva España». Otras fuentes hablan directamente de «una nueva etapa, una nueva CEOE, más participativa, que escuche a sectores y territorios».

Una «oleada de aire fresco»

De confirmarse esta candidatura, sería la primera vez que una mujer opte a colocarse al frente de los empresarios españoles, lo que sería «una oleada de aire fresco» –explican las mismas fuentes– en una CEOE muy enrarecida. Además, sería del agrado de la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, que ha reiterado en numerosas ocasiones que el papel de la mujer en el mundo de los negocios debe incrementarse. Este «aire fresco» que pide una buena parte de los empresarios pondrá sobre la mesa los «privilegios» y emolumentos anuales de Garamendi. Esos 350.000 euros de sueldo que constan en las actas de CEOE y que han sido centro de muchas de las críticas, por ser «excesivo» para un cargo en el que por tradición –salvo en los años de José María Cuevas– no tenía remuneración. Defienden sus acólitos que “fue aprobada por unanimidad en 2019″, aunque no citan que estaba vinculada al cumplimiento de unos condicionantes de transparencia, que “han sido obviados cada año por la opacidad con la que se trata ese tema en la dirección”, recuerda un empresario de la dirección,

Las opciones de Guinda pasan por ganarse el apoyo de las patronales con mayor peso específico, como CEIM o Cepyme, ambas muy críticas con Garamendi desde la firma de la reforma laboral de Yolanda Díaz. De momento, fuentes cercanas hablan de apoyo «no expreso» y de «libertad de voto» entre sus asociados.