Banca

¿Qué diferencia hay entre un préstamo y un crédito?

Solicitar ambos productos puede ser una alternativa para hacer frente a la presión inflacionista

Taco de billetes
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Una vida más cara es la realidad a la que se enfrentan las familias en nuestro país desde hace un tiempo, por lo que para muchas de ellas supone todo un reto llegar a fin de mes sin acabar en números rojos. Ante este escenario, no es de extrañar que algunas personas hayan tenido que recurrir a sus ahorros o incluso pedir dinero prestado al banco para poder hacer frente a ciertos gastos inasumibles. No obstante, antes de dar este paso, es importante que el interesado en solicitar un préstamo o un crédito sepa la diferencia existente entre ambos productos.

El préstamo consiste en una operación financiera por la que el banco entrega una cantidad de dinero a otra a cambio de un interés. Si se solicita este producto por ejemplo para financiar un coche, todo el dinero se entregará de una vez y la devolución de esta cuantía se realizará en un plazo de tiempo fijado previamente y a través de cuotas -ya sean mensuales, trimestrales o semestrales- acordadas entre prestamista y prestatario. “Los intereses se calculan sobre la cantidad total del dinero prestado”, tal y como explican desde el blog En Naranja.

Por su parte, el crédito consiste en que un acreedor (normalmente una entidad financiera) pone a disposición del deudor una cantidad de dinero, que en caso de utilizarse, deberá devolverse. Se establece una cantidad de dinero disponible en el crédito y este no se entrega de una vez, sino que se podrá disponer de este en base a las necesidades del deudor. El interés que se paga al acreedor se aplicará solo a la cantidad utilizada por el deudor, no por la cuantía total del crédito. Una vez se devuelve, se puede seguir disponiendo del resto de dinero, siempre y cuando no supere la cantidad inicialmente que se pactó en este producto.

¿Qué diferencias existen?

  • La finalidad: El crédito es utilizado principalmente por empresas y autónomos en momentos puntuales cuando necesitan liquidez, aunque este producto también lo pueden utilizar particulares al aplazar un pago a través de tarjetas de crédito. En el caso del préstamo, este se solicita para financiar compras que conllevan un gran desembolso de dinero como una hipoteca o para un coche.
  • La cantidad: En el préstamo, la cantidad de dinero que se solicita al banco es fija, y no se puede ampliar, a no ser que se pida un nuevo producto. Por su parte, en el caso del crédito existe un limite, aunque el cliente puede pedir el dinero que necesite en cada momento y su devolución es “más flexible”.
  • Los intereses: Los intereses a pagar son más caros en el crédito que en el préstamo, aunque en este primero solo se pagaran por el dinero utilizado. No obstante, la entidad financiera podrá cobrar una comisión por el dinero disponible, mientras que en el préstamo se paga por la totalidad del dinero pedido.