
Vivienda
Aire acondicionado en un piso de alquiler: ¿quién debe pagar su instalación?
Este aparato no se considera un elemento esencial en una vivienda en alquiler

El buen tiempo ya ha llegado a la Península, sin embargo, este no durará mucho. Y es que, en apenas un mes, comenzará el verano, lo que hará que pronto las temperaturas se eleven e incluso alcancen los 40 grados en algunas regiones del país. El calor sofocante provoca que muchos españoles empiecen a buscar alternativas para refrescarse en su casa antes de que comience la temporada estival como puede ser instalar un aire acondicionado.
La instalación de un sistema de climatización como el aire acondicionado puede mejorar la calidad de vida de la vivienda, ya que este aparato es uno de los grandes aliados para esos momentos en los que el sol aprieta y no corre ni una brisa de aire. Pero, ¿quién debe pagar este sistema en una casa de alquiler? ¿El inquilino o el casero?
"El aire acondicionado no se considera un elemento esencial u obligatorio en una vivienda en alquiler, salvo que esté específicamente incluido en el contrato de alquiler como parte del equipamiento", explica el portal inmobiliario Fotocasa. Es por ello que si el piso no tiene aire cuando se firmó el contrato, el propietario no está obligado a instalarlo ni a costearlo.
En el caso de que el aire acondicionado ya estuviera instalado en la vivienda y no funcionase, el arrendador es quién debe hacerse cargo de su reparación en un piso de alquiler.
¿Es obligatorio que el inquilino pida permiso para instalar aire acondicionado?
Si el inquilino quisiera instalar aire acondicionado para el verano, pedir permiso al propietario es obligatorio, ya que, en caso de no hacerlo, correrá el riesgo de incumplir el contrato y puede desencadenar en consecuencias legales.
El propietario que acepte esta instalación deberá firmar un anexo al contrato con su arrendatario donde se especifique la modificación del inventario del piso de alquiler, así como quién pagará la instalación, el tipo de aparato y qué ocurrirá con él al terminar el contrato. Si el inquilino lo solicita por iniciativa propia, lo pagará él, pero si es para revalorizar el piso, el coste correrá a cargo del propietario.
El siguiente paso será revisar si existen ciertas limitaciones en lo que respecta a la ubicación del compresor exterior así como del tipo de aparato permitido. En algunas comunidades de propietarios solo se aceptan modelos sin unidad exterior para evitar que se coloque en patios, fachadas o terrazas. Si se instala "el aparato sin seguir esas normas, nos podríamos enfrentar a una reclamación por parte de la comunidad", señala el portal inmobiliario.
Por último, se tendrá que comprobar si es necesario una licencia de instalación y se debe tener en cuenta que "si vivimos en una zona con protección patrimonial, puede haber restricciones", sentencian.
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