Entrevista
César González-Bueno, CEO de Banco Sabadell: «La opa de BBVA genera preocupación por el bien social»
«Hemos subido en vertical desde la oferta y ahora lo que podría ser una prima magnífica, ya no lo es. Eso y una fusión crea dudas a los mercados»
El «número dos» de Banco Sabadell se declara un hombre «feliz y de principios» pese a la tormenta desatada por la opa de BBVA que, con una prima del 30%, ha dejado hoy de ser una oferta «magnífica», sostiene. Y eso pese a que cobraría una indemnización de 4 millones de euros si hubiera fusión: «Me interesan los accionistas, los clientes y los empleados. Llevo demasiados años currando como para preocuparme ahora por mí». Remarca que los resultados del grupo le dan la razón, con un beneficio que ha crecido un 40% en la primera mitad del año, y que seguirán dándosela mientras se cumplen los plazos: «Tenemos tiempo, esto no es una partida a vida o muerte». En un encuentro con varios medios, César González-Bueno (Madrid, 1960) afirma que la entidad no necesita «caballeros blancos» al rescate del ataque de BBVA. Y tras asegurar que Carlos Torres (presidente del rival) le "cae bien", se explica: "No lo necesitamos porque el consejo del Sabadell cree en el futuro del banco en solitario tras haber multiplicado por seis su valor en tres años y medio. Nosotros no le vamos a hacer una opa a nadie. En pymes uno más uno no es dos".
¿Todo el consejo ?
En este sentido, asegura que inversores institucionales, como el mexicano David Martínez, con el 3,495% del capital, «cada vez está más entusiasmado con los resultados». «En el último consejo, se deshizo en elogios. Lo que quiere es maximizar sus acciones y que el banco vaya como un tiro», afirma. Y se explica: «A los inversores institucionales, en principio, las fusiones les gustan, pero siempre que tengan poco riesgo de ejecución. Les gustan por el ahorro de costes y las sinergias, que suelen ir unidas a una reducción sustancial de personas. En caso de que tengan impacto en lo relativo a la competencia, no les preocupa».
Pero hay dos circunstancias –a su entender–que cambian esta dinámica. «La primera, la subida en vertical de Sabadell. Eso ya ha generado alguna duda porque lo que podría ser una prima magnífica, ya no lo es. Y es que ese recorrido lo hemos hecho en solitario». Ese hecho –incide– determina el futuro de la opa porque «aunque conceptualmente las fusiones les parezcan bien, ya tomarán la decisión, porque falta mucha información». Tiempo a su favor: «Mientras, vamos presentando resultados y vete tú a saber si no presentamos hasta los del primer trimestre de 2025. O no. Como queda recorrido, los inversores verán la evolución de los dos».
"Caballeros blancos"
El mercado manda
Una evolución que –a su juicio– los mercados ya anticipan. «Antes de que el Sabadell hubiese subido un 60% había mucho más espacio para una prima más generosa. ¿Qué ha pasado con las acciones de los dos bancos? Que el valor hoy de la suma de los dos ha disminuido. Es un hecho. Y el valor del resto de los bancos ha subido. Eso ya nos plantea alguna duda sobre cuánto de favorable es el mercado a la operación. Porque si el mercado le diera una probabilidad alta a la operación, el valor de la suma de los dos bancos habría subido más que el resto de bancos».
¿Negociación por más prima?
Sobre la posibilidad de negociar unas condiciones más favorables, el CEO de Sabadell aclara que desde que el consejo dice que no «la palabra pasa a los accionistas». «El consejo sólo puede intervenir con el proceso de canje. En los primeros 10 días puede recomendar o no la opa. Cuando veamos el folleto y sepamos si hay fusión o no... No es que seamos “malotes” y no queramos negociar, es que la ley de opas no considera una negociación. Ahora la pelota está en los accionistas, que tendrán que ver qué les interesa más, si ser accionistas de Sabadell o de un 16% de un hipotético Sabadell-BBVA».
Impacto en el crédito y empleo
Al margen de los mercados, la segunda circunstancia que da un giro a los acontecimientos es que, según González-Bueno, no sólo se anticipaba que la recepción de esa prima «abundante» iba a ser positiva, sino que también lo sería por parte de los actores sociales. «Pero se ha visto que ha percepción social es muy negativa porque una de cada dos pymes es cliente de Sabadell, dos de cada tres en Cataluña y el 60% en la Comunidad Valenciana. Las pymes, en función de su tamaño, necesitan tener varios bancos. Por eso somos un actor clave. Esto no se comprendía por el Gobierno. Pero esta reacción social, desde los sindicatos, las asociaciones empresariales, muchas regiones y todos los partidos políticos recoge que esto podía tener un impacto muy serio en el crédito y en la economía».
¿Vender el inglés TSB?
Además, no se trata sólo de la pérdida de empleo directo a consecuencia de la fusión «sino la pérdida de empleo en las pymes porque se dificulta el acceso al crédito y se encarece, al haber menos jugadores». «Eso ha creado una reacción muy potente. El clamor es espontáneo, desde Yolanda Díaz a Feijóo. Los apoyos no sólo vienen de Cataluña y Valencia. Es una preocupación por el bien social», argumenta. Y recalca que las pymes «no quieren quedarse sin una opción más». «Ya ha habido muchísimas fusiones. A las pymes les angustia quedarse sin crédito porque te mueres».
¿Sabadell 2.0?
La pérdida de competencia ante una hipotética fusión es lo que está generando más polémica. «Aquí lo deseable es una oferta alternativa que pudiese permitir a las pymes seguir teniendo suficientes oferentes. ¿Cómo se hace? Desde luego no cerrando oficinas, sino que parte de las capacidades de Sabadell, con sus medios humanos, técnicos y operativos, se pongan a disposición de otros que pudiesen ocupar al menos parte del espacio que dejaría Sabadell. En cualquier caso, aunque se definan más las cosas, es inevitable la duda de si habrá o no fusión cuando llegue el momento del canje. El valor de la operación es distinto en caso de fusión».
Competencia
Sobre las decisiones de Competencia, aún están a la expectativa. «BBVA dijo que había accionistas comprometidos con la opa. Pedimos que dijeran quiénes eran porque sabíamos que era imposible, porque era una irresponsabilidad que nadie se comprometiese con tanta antelación ya que son decisiones complicadas. Pedimos aclaraciones porque creímos que esa afirmación podía inducir a confusión al mercado. No hemos recibido aclaración. Ahora los reguladores deberán decidir si merece una explicación».
Futuro
Sabadell no está preocupado por la afirmación del vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, de que la banca ha tocado techo: «De Guindos habla del conjunto de Europa y esta vez España está estupendamente. Lo que le preocupa es que ha habido una subida muy importante de los resultados por el alza de los tipos. Se abren las mandíbulas y ganas más pasta. Ahora que los tipos caerán, el efecto de esas mandíbulas disminuirá y los resultados de los bancos. Los bancos españoles creemos que el margen, esas mandíbulas, se va a atemperar en la segunda parte del año y el año que viene, pero tenemos elementos que nos favorecen. Uno es el incremento del volumen de la actividad de clientes solo en un trimestre del 3%, es una barbaridad. Hemos crecido un 65% en hipotecas». Y luego está el británico TSB. «Trae vientos de cola importantes. Desde 2020, no ha hecho más que ganar. Imagínate si lo vendemos, más capital, si hay algo que le sobra al banco es capital».
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