RRHH
Cómo gestionar los egos de un equipo de trabajo
Un ego descentrado se reconoce cuando una persona se cierra a nuevas ideas, se siente atacada por cualquier crítica o está constantemente buscando aprobación. Esas son señales de que el ego está operando desde la inseguridad
En el mundo profesional, el manejo del ego de los miembros del equipo puede ser crucial para el éxito de cualquier proyecto. El ego, que refleja nuestra autoimagen y cómo percibimos nuestro valor, puede ser tanto un motor para el crecimiento como una fuente de conflictos en las empresas. Por eso gestionar egos es parte del día a día.
Coté Soler CEO de BeLiquid, explica que el ego es una parte de nosotros. "No es ni bueno ni malo. Pero cuando se descontrola, ya sea por inseguridad o la necesidad de validación constante, es cuando empiezan los problemas. ¿Sabes cuando una persona parece que tiene que demostrar algo todo el tiempo, se siente atacada a menudo, se encierra en sí misma, responde con un ataque como si cada palabra fuera una amenaza a su valor? Pues normalmente todo esto tiene que ver con un ego descentrado y puede convertirse en un obstáculo", apunta este experto.
Mientras que un ego centrado permite a las personas aceptar críticas sin derrumbarse, colaborar sin sentir que su puesto está en peligro, y avanzar sin depender de la aprobación constante de los demás. Cuando alguien recibe un comentario constructivo y lo toma con tranquilidad, es que tiene un ego bien gestionado, y permite que las cosas fluyan sin dramas innecesarios, explica Soler.
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