La demanda de segunda residencia coge fuerza pese a la subida de tipos y el endurecimiento hipotecario y marca máximos desde 2017

El frenazo de la compraventa de vivienda no contagia a los inmuebles destinados a segunda residencia. Según un estudio elaborado por el portal inmobiliario Fotocasa, la demanda de una segunda residencia se ha incrementado año tras año hasta alcanzar ya el 12% en 2023, situándose en niveles máximos desde 2017. Si se compara con los años anteriores, se observa que este porcentaje ha ido subiendo paulatinamente ejercicio tras ejercicio. Así, en 2020, año del estallido de la crisis sanitaria, era del 9%, un año después, en 2021, subió al 11%, cifra que se mantuvo en 2022. Por lo tanto, en estos últimos cuatro años se ha producido un aumento de tres puntos porcentuales en esta demanda.

“Tras el freno del boom por comprar vivienda vivido en 2021 y 2022, era de esperar que la compra de vivienda de segunda residencia también se resintiese en 2023 con la escalada de los tipos de interés y el endurecimiento hipotecario.Sin embargo, el interés por esta tipología continúa adquiriendo fuerza, impulsado por una mejora de las condiciones habitacionales, ya que buscan terraza o plaza de garaje, y por un periodo de incertidumbre económica en el que la inversión como valor refugio tiene más protagonismo que nunca”, comenta María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa. Del total, un tercio de los compradores se decantan por poner en alquiler esta segunda vivienda por el rendimiento que aporta, indica el portal, que suma más 1,5 millones de anuncios en venta y alquiler.

Además, el portal observa que se ha estrechado la diferencia entre los que buscan comprar respecto a los que pretenden alquilar una segunda vivienda. Tras ampliarse en 2022 la brecha entre ambos grupos —con un 65% del lado de la compra frente al 35% del alquiler— un año después la proporción es de 54% (compra) y 46% (alquiler). Pese a este acercamiento se mantiene el cambio de tendencia experimentado a lo largo de los últimos años, dado que en la tendencia de la demanda era un 40% compra frente al 60% del alquiler. Es decir, porcentajes inversos a los actuales. Un cambio que ya empezó a apreciarse en 2021, cuando el alquiler comenzó a ‘adelgazar’ con un 56% frente a una compra que, con el 44%, comenzaba a sacar músculo.

Un tercio de los compradores se plantean ponerla en alquiler

El uso mayoritario continúa siendo el de segunda residencia (64%), aunque aproximadamente un tercio (36%, frente al 30% de 2022) estaría dispuesto a alquilarla, principalmente para estancias cortas o vacacionales (23%). También hay un 13% que apuesta por el de larga duración. En su decisión de poner en alquiler la vivienda, el 68% está motivado por la rentabilidad que proporciona, mientras que el 29% afirma que lo hace para suavizar el gasto que acarrea la hipoteca de este inmueble. También hay un 9% que quiere esperar a venderla a que el mercado mejore y crezca por tanto el valor del inmueble.

¿Cómo es la vivienda que buscan los demandantes de segunda residencia?

Por otro lado, el 79% de quienes han comprado una segunda residencia lo ha hecho en una localidad distinta de donde vive habitualmente. Y, de estos, el 41% lo hace en una provincia distinta. En el caso de los inquilinos, son el 73% los que alquilan segunda residencia en otra localidad distinta a la habitual. Los que cambian provincia representan un 31%. En cuanto al tipo de vivienda, la obra nueva es la más demandada (53%).