César Lumbreras

El gran reto: producir más alimentos pero contaminando mucho menos

Polémico informe de la ONU sobre el cambio climático y la tierra.Ha puesto en el disparadero a la ganadería intensiva y también a la agricultura de regadío, que necesita más aporte de agua

Los alimentos de origen animal producidos de forma sostenible generan pocas emisiones contaminantes
Los alimentos de origen animal producidos de forma sostenible generan pocas emisiones contaminanteslarazon

«Las dietas equilibradas basadas en alimentos de origen vegetal –como cereales secundarios, legumbres, frutas y verduras– y alimentos de origen animal –producidos de forma sostenible en sistemas que generan pocas emisiones de gases de efecto invernadero– presentan mayores oportunidades de adaptación al cambio climático y de limitación de sus efectos». Son palabras de Debra Roberts, copresidenta del Grupo de Trabajo II del Grupo de Grupo Intergubermanental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) de la ONU, que publicó la semana pasada un informe especial titulado «El cambio climático y la tierra», que ha sido utilizado para poner en el disparadero a la ganadería intensiva y también a la agricultura de regadío, que necesita más aporte de agua. «Algunos patrones alimentarios requieren más agua y tierra y provocan, en comparación con otras alternativas, más emisiones de gases que atrapan el calor», dijo también la experta.

En el citado informe se pone de manifiesto también que apro-ximadamente una tercera parte de los alimentos producidos se echa a perder o se desperdicia. «Las causas que llevan a esa pérdida o desperdicio presentan diferencias sustanciales entre países desarrollados o en desarrollo, así como también entre regiones. Las reducciones de la pérdida y desperdicio de alimentos supondría una disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero y ayudarían a mejorar la seguridad alimentaria».

Recursos y procesos naturales

En el polémico estudio se destaca que la tierra es un recurso decisivo y desempeña una función importante en el sistema climático. Según Jim Skea, copresidente del Grupo de Trabajo III del IPCC, «el uso de la tierra para fines agrícolas, silvícolas y de otra índole supone el 23% de las emisiones antropógenas de gases de efecto invernadero. Al mismo tiempo, los procesos naturales de la tierra absorben una cantidad de dióxido de carbono equivalente a prácticamente una tercera parte de las emisiones de dióxido de carbono causadas por la quema de combustibles fósiles y la industria».

En el informe también se pone de manifiesto que la gestión sostenible de los recursos de la tierra puede ayudar a luchar contra el cambio climático.

Baja la reserva hidráulica

Mientras tanto, España sigue sufriendo por la sequía. La reserva hidráulica se encontraba a principios de la semana pasada por debajo de la mitad de la capacidad total de los embalses, ya que estaba al 49,4, lo que representaba un descenso del 1,3% en relación con los niveles de siete días antes. Los pantanos españoles almacenaban algo más de 27.700 hectómetros cúbicos de agua, que son 7.850 hectómetros cúbicos menos que el año pasado por estas fechas; la cifra también está muy por debajo de la media de los últimos días años, que es de 34.962 hectómetros cúbicos.