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Expediente de la Inspección a Garamendi por sus facturas de autónomo a CEOE

El organismo dependiente de Yolanda Díaz abrirá una investigación para determinar si hubo irregularidades por ser falso autónomo

Garamendi, cómplice del error de la reforma
Garamendi, cómplice del error de la reformaGustavo ValienteEuropa Press

La fuerte marejada que se levantó tras conocerse el contrato de Antonio Garamendi como presidente de la CEOE, de más de 380.000 euros, se ha convertido ya en un tsunami que ha empezado a encontrar disensiones en la patronal cuando las aguas parecían haber vuelto a su cauce tras las últimas elecciones. El presidente acusó ayer al Gobierno de estar promoviendo «una campaña de descrédito» contra los empresarios, en general, y contra él, en particular, y volvió a negar que haya incrementado su salario un 9%, sino un 3%, al que ha sumado los atrasos de los dos últimos ejercicios y que haya regularizado su irregular situación laboral. «Es falso. No tengo que regularizar absolutamente nada. En España hay más de 200.000 personas como yo, que tienen que pagar dos veces a Hacienda. Yo soy autónomo y voy a seguir siéndolo porque los empresarios no podemos estar en el Régimen General».

No lo ven así desde la Inspección de Trabajo, que abrirá un expediente informativo tras haber recibido una denuncia particular del sindicato Solidaridad, que obliga al organismo a abrir una investigación para conocer cuál ha sido la situación laboral de Garamendi los últimos cuatro años, en los que habría estado facturando más de 350.000 euros a la CEOE como autónomo.

Fuentes jurídicas consultadas por LA RAZÓN aseguraron que el presidente con la CEOE durante su anterior mandato podría haber incurrido en una «falta de alta en el Régimen General de la Seguridad Social», que obligaría a la patronal ha adscribirse como «sujeto responsable» de la situación, lo que podría haber provocado una menor cotización, que habilitaría la posibilidad de aplicar una sanción, que sería puramente administrativa, de la que la CEOE debería hacerse responsable de cualquier coste que acarreara. Esta falta administrativa tiene que ver con el incumplimiento de un apartado de la Ley General de la Seguridad Social (LGSS) correspondiente a las obligaciones de los puestos de dirección o gerencia de las sociedades, que únicamente permiten una situación laboral como la que tenía Garamendi en las sociedades de capital, algo que no sería aplicable en el caso de la CEOE.

Desde la Inspección confirmaron que el caso del presidente de la CEOE podría considerarse «irregular» si hubiera cotizado de menos al ser autónomo, algo que niegan fuentes patronales: «El presidente siempre ha cotizado por las bases máximas». También recuerdan los inspectores que justificar un sueldo tan alto con emisión de facturas es «complicado» porque se podría incurrir en una situación de falso autónomo, que le hubiera permitido «facturar más con menor cotización». Todo ello tampoco no supondría la apertura de un expediente grave, sino que podría quedarse en una infracción administrativa. Aún así, demostrar una situación de falso autónomo sería muy «complicado» en su caso, al disfrutar de otros ingresos profesionales.

Garamendi volvió ayer al centro del ojo del huracán tras hacer unas explosivas declaraciones en Antena 3 en las que comparó los ataques a su retribución como «cuando dicen que hay una violación y la chica iba en minifalda». Ante el alud de críticas recibidas desde diversos ámbitos, tanto políticos, como sociales y de los propios empresarios, el presidente de la patronal recogió velas en el programa «Más Vale Tarde» de La Sexta tras pedir disculpas. «Posiblemente no era el ejemplo más claro. Si a alguien le ha molestado, pido disculpas. En la vida si cometes un error lo importante es admitirlo», reconoció.