Impuestos

Hacienda prevé aprobar en semanas la obligación de informar sobre las operaciones con criptomonedas

La normativa española podría complementarse en el futuro con una directiva europea sobre obligación de información sobre criptoactivos, uno de los debates fiscales abiertos a nivel comunitario

Monedas de bitcoin
Monedas de bitcoinRick BowmerAgencia AP

El secretario de Estado de Hacienda, Jesús Gascón, prevé aprobar "en las próximas semanas" el desarrollo reglamentario de la obligación de informar a la Agencia Tributaria de las operaciones con criptomonedas, según ha apuntado este miércoles en un congreso fiscal organizado por Lefebvre. La obligación de informar anualmente sobre el saldo de monedas virtuales a final de año y las operaciones realizadas a lo largo del ejercicio, recogida en la ley de lucha contra el fraude, estaba prevista para este año, pero finamente se retrasó a 2024 debido a que los modelos no estuvieron publicados a tiempo. Gascón prevé ahora que el desarrollo reglamentario esté listo en "semanas", una normativa que podría complementarse en el futuro con una directiva europea sobre obligación de información sobre criptoactivos, uno de los debates fiscales abiertos a nivel comunitario.

Este debate está abierto a nivel europeo, aunque para el secretario de Estado de Hacienda es "muy difícil" establecer las obligaciones de información cuando ni siquiera existe uniformidad en los países sobre qué se considera criptoactivo. "En este punto los avances a nivel europeo serían muy bienvenidos", ha afirmado. Gascón ha señalado que hay grandes expectativas con la presidencia española de la UE, que se ve como la oportunidad de rematar todos los expedientes que durante toda la legislatura Europea se han ido avanzando. "Es bastante impredecible saber qué se puede aprobar durante la presidencia teniendo en cuenta que en el ámbito tributario rige la regla de la unanimidad y conseguir consensos y acuerdos entre 27 países no es precisamente sencillo", ha reconocido el secretario de Estado de Hacienda.

En el ámbito tributario, Gascón ha señalado que antes de que pudiera llegar a tratarse en la presidencia española de la UE, primero debería acordarse en el marco de la OCDE el Pilar 1 sobre fiscalidad mínima para grandes empresas. "Hay expectativas de poder llegar a un acuerdo", ha afirmado el secretario de Estado. El primer pilar incluye a las multinacionales con ingresos globales superiores a los 20.000 millones de euros y una rentabilidad por encima del 10%, excluyendo las empresas extractivas (petroleras o mineras) y las de servicios financieros regulados. El marco fiscal asignará los ingresos a las jurisdicciones donde se consuman los bienes o servicios vendidos. Posteriormente, los beneficios en exceso de ese 10% (hasta un 25% máximo) se asignarán a las jurisdicciones usando el reparto de ingresos con el objetivo de estar sujetos a impuestos.

Si se llegase a un acuerdo a nivel global respecto del Pilar 1, lo primero que tocará abordar en el Ecofin de julio, ya bajo la presidencia española, es concretar si la UE quiere que esta figura impositiva constituya un recurso propio de la Unión. "Si queremos que sea así, necesitaremos una directiva. Si no fuera un recurso propio, pues entonces probablemente, podríamos transponer el Pilar 1 en todos los países de la Unión Europea sin necesidad directiva", ha informado Gascón. Si no hay acuerdo a nivel global, Gascón ha señalado que en el mes de julio habría un debate de orientación de los ministros de Economía y Hacienda de los 27 países con la Comisión Europea para decidir qué hacer y valorar si se debería volver a resucitar la posibilidad de establecer algún gravamen, que venga a paliar ese déficit recaudatorio que dejaría el Pilar 1.

El segundo pilar abarcará a las empresas que facturen 750 millones de euros o más a nivel global e incluye que el tipo mínimo de los Impuestos sobre Sociedades sea del 15% en todas las jurisdicciones adheridas al acuerdo. Si se llegase a un acuerdo global sobre la tributación de los grupos económicos, se tendría que analizar si un país como España se puede permitir "el lujo" de tener dos impuestos sobre Sociedades en paralelo, el impuesto de las grandes con la base armonizada Europea y el impuesto de las pequeñas con la base impositiva nacional.