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Irlanda mantiene la austeridad pero lamenta el sacrificio de su ciudadanía

A dos meses de abandonar su rescate, Irlanda mantiene su política de austeridad, a pesar de que el Gobierno aseguró hoy al presentar los presupuestos generales para 2014 que la población ha hecho ya "suficientes sacrificios".

Así lo afirmó el ministro irlandés de Finanzas, Michael Noonan, durante el desglose de unas cuentas encaminadas a ahorrar 2.500 millones de euros a través de una reducción del gasto público y de nuevos impuestos.

"Podía haber sido peor", dijo el dirigente conservador en referencia al más severo ajuste de 3.100 millones de euros previsto anteriormente por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional (FMI), la troika que supervisa la marcha del programa de ayuda irlandés.

Con gesto compungido, Noonan citó incluso en el Parlamento una frase de William Butler Yeats sobre el Levantamiento de Pascua de 1916 en Dublín, sofocado sangrientamente por el Ejército británico durante la guerra de independencia en Irlanda.

"Como dijo Yeats -recordó el ministro-, 'un sacrificio prolongado puede convertir en piedra el corazón'. Sé que hay quien piensa que la consolidación debe ir más allá, pero la gente ya ha hecho suficientes sacrificios".

Entre las medidas adoptadas por el Ejecutivo de coalición entre conservadores y laboristas y consideradas de "alivio"destaca la aplicación a partir de 2014 y hasta 2016 de una nueva tasa para todos los bancos, al tiempo que se mantendrá el IVA reducido del turismo.

Con esta nueva exacción para la entidades financieras nacionales y para las extranjeras que operan en este país Dublín espera obtener entre 150 millones y 200 millones de euros anuales.

Más popular incluso ha sido la decisión de mantener el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) para el sector servicios en el 9 %, después de que se rebajase desde el 13,5 % provisionalmente hace dos años para impulsar este área de la economía nacional.

Por contra, se subirá del 33 % al 41 % la retención impuesta sobre los depósitos bancarios para ingresar unos 70 millones de euros anuales, como forma de fomentar el consumo.

Este ha sido el séptimo presupuesto austero consecutivo desde 2009, un año antes de que Irlanda solicitara en 2010 un rescate a la Unión Europea y el FMI por 85.000 millones de euros, y el último presentado antes de que el país abandone ese programa y regrese a los mercados.

El objetivo de estos presupuestos, insistió Noonan, es alcanzar un equilibrio que permita a Dublín reducir su déficit público hasta el 4,8 % del Producto Interior Bruto (PIB) en 2014, como le exige el programa de ayuda que espera abandonar el próximo 15 de diciembre.

El ministro también quiso hacer un guiño a su población al prometer que no variará la tasa del 12,5 % del impuesto sobre sociedades, a pesar de que sus socios europeos lo tachan de competencia desleal por ser demasiado bajo, pues lo cree clave para mantener a las multinacionales en el país.

"Los países son cada vez más agresivos para captar inversiones extranjeras directas. Yo quiero que Irlanda juegue limpio, como siempre hemos hecho, y quiero que gane, y por eso continuaremos estudiando maneras de asegurar que nuestro régimen fiscal corporativo siga siendo competitivo", dijo Noonan.

A pesar de los recortes, el titular de Finanzas reiteró que los nuevos presupuestos ayudarán a que el PIB irlandés crezca un 2 % en 2014, cuando el déficit podría situarse en el 4,8 %, hasta alcanzar un 2,9 % en 2015, en línea con las directrices de Bruselas.

Aunque Noonan no reveló aún las cifras finales del recorte, se estima que la partida de Sanidad volverá a ser reducida en 2014 en unos 180 millones o 200 millones de euros.

Por contra, el Gobierno concederá a partir del próximo año consultas gratuitas en los médicos de cabecera a los menores de 5 años, una medida de la que se beneficiarán 240.000 familias y que costará al Estado 40 millones de euros anuales.

Asimismo, el sistema de bienestar social se verá afectado por un recorte de entre 140 millones y 150 millones de euros, que se traducirá en una rebaja considerable de las prestaciones por desempleo para los menores de 25 años.

A los jubilados no se les tocarán las pensiones ni casi todos los beneficios para el transporte gratuito, si bien se suprimirá la dotación de 9,50 euros mensuales que reciben para pagar la factura del teléfono.

Y en Educación los estudiantes universitarios verán incrementadas las tasas de inscripción en 250 euros anuales.