Economía

Jordi Casas: "La industria está en serio peligro por la excesiva regulación europea"

Jordi Casas i Bedó fue designado recientemente presidente de la Fundación por la Industria, con el objetivo de influir en Madrid y Bruselas para que la industria no siga perdiendo peso

Jordi Casas, presidente de la Fundación por la Industria
Jordi Casas, presidente de la Fundación por la IndustriaArchivo

Jordi Casas i Bedó fue designado recientemente presidente de Fundación por la Industria, una institución que tiene sus raíces en el gremio de fabricantes de Sabadell. Casas, quien sucede a Antoni Monés en la presidencia de la Fundación, fue elegido por unanimidad del patronato y cuenta con una extensa trayectoria como asesor jurídico del Gremio de Fabricantes durante más de 15 años. Además, ha representado al gremio textil e industrial en organizaciones como la CEOE y Fomento del Trabajo Nacional. Casas ha sido también diputado y ha ejercido como delegado del Gobierno de la Generalitat en Madrid.

¿Cuáles son los orígenes de la Fundación por la Industria?

Tiene su origen en el Gremio de Fabricantes de Sabadell, fundado en 1559. En el año 2000, este Gremio crea la Fundación por la Industria para que el patrimonio acumulado a lo largo de los años, se dedique a defender al sector industrial en general y al textil en particular. La Fundación por la Industria cuenta con un patrimonio de 30 millones de euros, destinados a la defensa y promoción de la industria, heredado del Gremio de Fabricantes que fundó el Banco de Sabadell, la Mutua de Seguros de Sabadell y la compañía de Aguas de Sabadell.

¿Cuáles serán sus funciones como presidente?

Hasta ahora la Fundación Gremio de Fabricantes de Sabadell se ha centrado en la zona de Sabadell. Sin embargo, bajo mi presidencia, el enfoque será diferente, centrándonos en influir en Barcelona, Madrid y Bruselas con el objetivo de luchar por la defensa de la industria en general y la textil en particular, que está seriamente amenazada por la excesiva regulación europea. No se está imponiendo el mismo nivel de exigencia a los fabricantes europeos en comparación con los de terceros países, lo que genera una competencia desleal. En España contamos con una industria textil considerable, que produce productos de alta calidad, y es importante defenderla. También contamos con la colaboración de instituciones textiles de Italia y Francia para ejercer presión en Bruselas. Este año será crucial, ya que el debate sobre este sector en las instituciones europeas está en marcha. En España, debemos ser conscientes de que el sector industrial conduce a un progreso social más sólido y a salarios más altos, y que si perdemos peso en este ámbito, no podremos mantener nuestro estatus como país líder.

¿Quiénes le acompañan en esta cruzada?

De los 14 patrones que tiene la Fundación por la Industria, diez son empresarios del sector textil e industrial como es el caso de Esteve Gené, en el cargo de vicepresidente primero en calidad de presidente del Gremio de Fabricantes y actual director general de Textil Gené. También se han incorporado como patrones a otras figuras de reconocido prestigio, como Jordi Alberich, actual presidente de M&A Fusiones y Adquisiciones y Miquel Nadal, director general del Círculo de Economía.

¿Qué hoja de ruta van a seguir en defensa de la industria?

Queremos que la agenda política de los gobiernos incluya políticas industriales serias, y lucharemos para que así sea, ya que actualmente no las hay. También abogamos por facilitar la instalación de industrias, dado que los trámites burocráticos son excesivos, lo que en muchos casos provoca la desinversión y la migración de empresas hacia Portugal. Por otro lado, la ineficiencia de las administraciones públicas no favorece el desarrollo industrial. Por tanto, exigimos mayor agilidad por parte de la Administración Pública para no frenar la competitividad. Además, si deseamos obtener más recursos, será necesario analizar la eficiencia del gasto público.

¿Y qué propone?

Por ejemplo, el Presupuesto del Estado es desde hace años un instrumento para cuadrar las cuentas públicas, en lugar de servir para estimular la economía productiva. En España, todos sabemos que el tamaño medio de la empresa española está muy por debajo de la media europea. ¿Por qué no adoptar incentivos fiscales que faciliten la fusión de empresas para que éstas crezcan? Esto generaría más recursos a las empresas. Por tanto, facilitemos que adquieran tamaño. Las políticas fiscales y laborales tienen que estar pensadas para incentivar el trabajo, pero esto no está sucediendo.

¿Qué otras reformas propone?

Haría falta una reforma laboral donde la voluntad de las partes sea más importante que una reglamentación estricta. Hoy en día, el mercado laboral está generando mucho empleo en la industria de las startups, donde la relación laboral difiere considerablemente del Estatuto del Trabajador. Por tanto, se debe dar más libertad a las partes, con unos mínimos, para que puedan pactar sus condiciones laborales y no se vean afectadas por medidas impuestas mediante decretos leyes. La administración pública está adoptando un enfoque cada vez más intervencionista, lo cual dificulta la situación tanto para los empresarios como para los autónomos. Debemos facilitar que la industria permanezca en el tiempo.

A las empresas se les exige ser sostenibles, ¿cómo ayuda la Fundación?

Queremos acompañar a las empresas en su camino hacia la mejora de sus políticas de sostenibilidad, pero hay que tener en cuenta que España es un país de pymes. Por tanto, es necesario ajustar la transición energética a la capacidad económica de las empresas o lo que conseguiremos será poner en riesgo la supervivencia de las compañías e incluso que tengan que venderse.