Distribución

«La industria tabaquera tiene mucho que decir en la lucha contra el contrabando»

Rocío Ingelmo es Directora de Asuntos Corporativos y Legales de Altadis
Rocío Ingelmo es Directora de Asuntos Corporativos y Legales de Altadislarazon

Es un torrente caudaloso de palabras, argumentos, explicaciones, análisis... La fuerza expresiva de Rocío Ingelmo denota, simultáneamente, pasión y entusiasmo. Una vehemencia sana consecuencia de su profundo conocimiento sobre la industria tabaquera y, particularmente, el contrabando de este producto que se ha agravado en España en los últimos 10 años. Ella y su compañía, Altadis, están volcados en una lucha contra una lacra que incumbe a todos, ya que no sólo repercute en las arcas del Estado, sino también en el conjunto de la sociedad. «No olvidemos –recuerda– que detrás de este tráfico ilícito se esconden mafias potentes que, una vez desplegadas sus redes, lo mismo mueven cigarrillos que drogas o armas».

– ¿Por qué mantienen que Altadis está liderando la lucha contra el contrabando?

– Hace ya muchos años decidimos ser el altavoz de la industria tabaquera para tratar de contribuir a su erradicación y animar al resto de agentes a que se impliquen al máximo porque tenemos claro, desde siempre, que estamos ante una lacra social –aunque se pueda analizar desde distintas ópticas–, y hacerle frente es responsabilidad de todos.

– ¿Qué están haciendo que no hagan otras compañías?

– Sinceramente, cuando empezamos, otros «players» parecían no hacer nada. Ahora, hay más compañías que han adoptado un papel activo, pero nosotros, año tras año, seguimos marcando la diferencia porque tenemos más asumido que estamos ante un problema responsabilidad de todos: consumidores, Aduanas, Fuerzas de Seguridad, agricultores, distribuidores y, por supuesto, fabricantes. No se nos caen los anillos por reconocer que a los fabricantes nos incumbe aún más, ya que si ese tabaco es esencialmente genuino, alguien lo ha tenido que poner en el mercado. De ahí que estemos convencidos de que en esta lucha la propia industria tiene mucho que decir.

– ¿En qué momento se encuentra el tráfico ilícito en España? ¿Por qué presenta frecuentemente repuntes preocupantes?

– Se ha estabilizado en los dos últimos años, aunque se halla en niveles muy superiores a los de antes de la crisis. Tenemos dos vías para cuantificarlo. Los datos más exactos son los de la evolución de las aprehensiones que hacen las Agencia Tributaria, la Policía y la Guardia Civil, y del estudio estimativo que se realiza en las ciudades de más de 200 habitantes en la Europa de los 28 en las que se recogen cajetillas del suelo en dos momentos temporales concretos, mayo y octubre. Tras discriminar las falsas de las genuinas y determinar el mercado original con la ayuda de los propios fabricantes, que son los que lo financian, se obtiene un dato concluyente que refleja la tendencia. El último es del 9,1% del consumo total. Esa tendencia a la subida es consecuencia de la crisis económica y del alto desempleo que ha generado. El poder adquisitvo desciende y la gente, que quiere seguir fumando aunque tenga menos dinero en el bolsillo, propende a adquirir producto ilícito. También existe una correlación entre contrabando e impuestos especiales.

– ¿Qué vías de entrada son las que están resultando más difíciles de controlar?

– Las fronteras terrestres. Precisamente, Francia, con numerosas zonas limítrofes con otros estados, se va a encontrar con un serio problema de tráfico ilícito como consecuencia de las medidas destinadas a incrementar el precio del tabaco vía impuestos y a la introducción del empaquetado genérico. El contrabando en España es menor que el de Francia o Reino Unido, y mayor que el de Portugal o Italia.

– ¿Gibraltar y Andorra siguen siendo nuestros principales problemas?

– La peculiaridad de España es que estamos próximos a mercados –Andorra, Gibraltar y Canarias–, que por distintas circunstancias su tabaco está menos gravado y, por tanto, es más barato.

– ¿Es únicamente un problema de tabaco genuino?

– Hoy por hoy sí, aunque últimamente se han detectado otras formas de contrabando. Se han descubierto fábricas en distintos puntos de nuestra geografía y un comercio ilegal de hoja de tabaco por internet. Hace siete años, su precio era de los más bajos de Europa y el porcentaje de contrabando no llegaba al 4%. España era entonces un país de tránsito hacia otros con precios más elevados. Cuando comenzaron a subir los precios, pasa a ser también de destino.

– Ha defendido recientemente una tesis doctoral en la Universidad de Alcalá en la que mantiene que el origen del contrabando de tabaco está en los impuestos especiales.

– La finalidad de la tesis es tratar de establecer una relación entre la evolución de los impuestos sobre el tabaco y su contrabando. Hay un modelo económétrico en el capítulo cuarto en el que se demuestra. También, por la peculiaridad de España, se analiza cómo afecta el incremento del diferencial de precio con los mercados más baratos. Cuánto más aumenta ese diferencial, más incentivados se sienten los contrabandistas.

– En este sentido, hace varias recomendaciones de tipo fiscal. ¿Cuál destacaría?

– El modelo lleva asociadas dos. La primera es que, antes de aumentar la cuantía de los impuestos, es clave evaluar la elasticidad precio y la elasticidad renta. No es lo mismo subir 10 centimos en un momento de crisis que en otro de crecimiento. Siempre se ha creído que la demanda del tabaco no cae porque se suba su precio. FMI, Banco Mundial, Comisión Europea mantienen que si aumenta se resiente un 0,4. No es cierto, el mercado legal ha llegado a caer en España hasta en tres puntos. La segunda es vigilar el diferencial con los mercados próximos. Si aumenta el precio y el de los vecinos no, la rentabilidad del contrabando se acrecienta y éste se hace más atractivo. Se incluyen otras medidas: dotar a la agencia tributaria y a las fuerzas de seguridad de más efectivos; establecer sistemas de trazabilidad como los que van a existir en la UE a partir de 2019, o la cooperación internacional en lucha contra las mafias.

– ¿Qué deben hacer los fabricantes?

– Controlar su oferta en todos y cada uno de sus mercados. Si existe un mercado cuya demanda es 10 y está vendiendo 20, no hace falta ser muy lince para saber que ese excedente está entrando en mercados donde el precio es más alto. Si la industria no tiene esa disciplina, pidámosle a las administraciones públicas que nos lo exijan a través de un sistema de infracciones y sanciones. Estoy convencida de que si esta medida se pone en práctica, el contrabando se reduciría notoriamente.

EL PERFIL

La directora de Asuntos Corporativos y Legales es inspectora de Hacienda. Doctora en Ciencias Económicas y licenciada en Derecho, y PDG por el IESE, ha trabajado en Ernst&Young como directora para el Sector Público. Rocío Ingelmo ha ocupado puestos de diversa responsabilidad en la Administración del Estado. Es una mujer enérgica y dinámica que no da puntada sin hilo. Basta oírla hablar para concluir que se empapa los papeles. Sus explicaciones son minuciosas y claras, aunque a veces tenga que echarle freno a su cabeza porque las ideas le brotan copiosamente.