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Jubilación

Podemos dinamita el Pacto de Toledo

La formación morada hace fracasar la mesa de las pensiones al plantear exigencias de última hora cuando las recomendaciones estaban casi cerradas. El PSOE quería el acuerdo para sentirse legimitado para subir las pagas con el IPC antes de las elecciones

Imagen de archivo de la comparecencia de la ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio, ante la Comisión de seguimiento del Pacto de Toledo
Imagen de archivo de la comparecencia de la ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio, ante la Comisión de seguimiento del Pacto de Toledolarazon

Podemos ha vuelto a hacer naufragar uno de los planes estratégicos del Gobierno de Pedro Sánchez. Primero le tumbó el emblemático decreto-ley sobre la vivienda al estimar que se quedaba corto. Y ahora ha dinamitado la mesa de las pensiones. La Comisión parlamentaria del Pacto de Toledo ha descarrilado hoy después de que la formación de Pablo Iglesias se haya descolgado por sorpresa con la presentación de un conjunto de votos particulares a las recomendaciones que ya estaban casi cerradas sin avisar de dicho posicionamiento al resto de los grupos. Podemos había mostrado con anterioridad sus discrepancias en asuntos como la edad de jubilación, la contributividad y los sistemas complementarios, pero no había expresado desacuerdo con el resto de los puntos. Su cambio de hoy ha sido decisivo para dinamitar el pacto, pues sus votos y los del PP suman mayoría en la comisión, lo que impedirá celebrar nuevas sesiones para cerrar un acuerdo con las recomendaciones para garantizar el futuro de las pensiones.

Golpe para el PSOE

El fracaso del Pacto de Toledo supone un duro golpe para el Ejecutivo de Pedro Sánchez. Los socialistas, como ha informado en su edición de hoy LA RAZÓN, estaban presionando para cerrar un acuerdo y que el Congreso de los Diputados lo convalidase antes de las elecciones. Ello les legitimaría para aprobar el incremento de las pensiones ligado al IPC, lo que les hubiera permitido anotarse un importante tanto de cara a un colectivo tan fundamental en las elecciones del próximo 28 de abril como los pensionistas. La recomendación segunda del pacto, en la que había consenso de todas las fuerzas excepto ERC, aseguraba que el índice de revalorización ligado al 0,25% aprobado por el PP «no goza de suficiente consenso político y social».

El fracaso del Pacto de Toledo no implica que el Gobierno de Sánchez no pueda aprobar la revalorización de las pensiones ligada el IPC vía decreto-ley. Hoy, la portavoz de Podemos en la comisión, Aina Vidal, ha exigido al Ejecutivo que «saque un decreto en este sentido con la recomendación número dos, porque si bien es cierto que el Pacto de Toledo no ha logrado un acuerdo global, sí que existe un acuerdo cerrado en lo relativo a la revalorización de las pensiones en el marco del Pacto de Toledo y con los agentes sociales». Pero como ha advertido el PP, aunque el Ejecutivo tenga la «legitimidad legal» para hacerlo, otra cosa es la moral. Y esa no la tendría al no haberse alcanzado un consenso entre todos los partidos sobre las recomendaciones para garantizar el sistema de pensiones.

Vidal se ha convertido en el centro de las críticas de todos los partidos tras la breve reunión que ha hundido formalmente el pacto. Aunque el PP también se ha opuesto al acuerdo, su posición se daba por descontada. Los populares consideraban que no era de recibo acelerar los trabajos porque en el horizonte haya unas elecciones generales a las que el PSOE quería presentarse con el acuerdo debajo del brazo. Tras los comicios, ha dicjo su portavoz, Gerardo Camps, vendrán otros grupos «y les correspondería a ellos tomar una decisión al respecto». Lo que nadie esperaba era el giro copernicano de la formación morada. Ni siquiera partidos hermanos como Compromís, uno de los que acompañó a Podemos en las pasadas elecciones. «Cuando un partido político que se dice del cambio viene y rompe en el Pacto de Toledo, sin ningún tipo de argumentación, porque le da absolutamente la gana, no se entiende», ha afirmado su portavoz en la comisión, Ignasi Candela. Carles Campuzano, del PdeCAT, ha tildado de «irresponsabilidad» la actitud de Podemos, aunque también ha añadido que la decisión de Sánchez de adelantar las elecciones «tampoco ha ayudado».

Aunque sin duda los más disgustados por lo ocurrido son los socialistas. Su portavoz en la comisión, Mercé Perea, ha acusado a PP y Podemos de actuar guiados por motivos electoralistas. Mercé, en una declaración que ha sonado mitad a disgusto mitad a impotencia por ver frustrada una maniobra que era beneficiosa para el PSOE por los tiempos, retó a los partidos a celebrar un debate y a posicionarse en base a las recomendaciones. «Hay medidas que se pueden implementar. ¿Eso no lo podemos aprobar?», se ha preguntado, en clara alusión a la subida de las pensiones ligada al IPC que pretende Sánchez.

A última hora de esta tarde, los socialistas han logrado sumar adeptos a su tesis y, junto a Compromís, PNV y PdeCAT, han registrado una solicitud para que se celebre una sesión extraordinaria de la Comisión para debatir y votar el borrador. Mañana, la Mesa de la comisión, en la que tienen mayoría PP y Cs, tendrá que decidir si convoca esta sesión, aunque ambos grupos y también Unidos Podemos se han mostrado contrarios a su celebración. Ciudadanos estaba por la labor de cerrar el acuerdo, pero ahora considera que otra reunión no tendría sentido.

Aunque el PSOE ha centrado sus esfuerzos en la cuestión de la subida de las pagas, otros grupos creen que lo fundamental del acuerdo frustrado, y en lo que todos estaban de acuerdo, era en la separación de las fuentes de financiación, cuestión clave para asegurar el futuro del sistema público de pensiones. El déficit de la Seguridad Social ronda los 16.000 millones de euros y con esta medida, que supondría cargar al Estado con la financiación de las pensiones no contributivas y de los servicios de carácter universal, el agujero se cerraría en unos años.