Pensiones
Los jubilados toman Madrid para reivindicar unas pensiones dignas
Miles de personas piden blindarlas con el IPC real y exigen a Sánchez que derogue la reforma laboral. Presentan un manifiesto en el Congreso para que la pensión mínima se establezca en 1.080 euros
Miles de personas piden blindarlas con el IPC real y exigen a Sánchez que derogue la reforma laboral. Presentan un manifiesto en el Congreso para que la pensión mínima se establezca en 1.080 euros
Miles de jubilados colapsaron ayer el centro de la capital. Las marchas de pensionistas que salieron del norte y el sur de España -desde Rota (Cádiz) y Bilbao- el 23 de septiembre sumaron ayer su segunda jornada de protestas para reivindicar “unas pensiones dignas”, lema principal que muchos portaban en sus carteles. Ambos grupos se congregaron en la Puerta del Sol y a ellos se unieron más de un centenar de autobuses procedentes de los cuatro puntos cardinales de la geografía española. Una vez juntos se dirigieron al Congreso de los Diputados en una manifestación encabezada por una decena de pensionistas con discapacidad, que abrían paso a una gran pancarta bajo el lema "Gobierne quien gobierne, las pensiones públicas se defienden". En la Cámara Baja, y acompañados por la portavoz del Podemos, Irene Montero, registraron un manifiesto con sus reivindicaciones, centradas en defender unas pensiones públicas “dignas, justas y suficientes” y que se desarrolle “de verdad” la ley de dependencia. Un modo muy directo para lograr su principal objetivo: que el Gobierno que salga de las próximas elecciones revalorice por ley las pensiones con el IPC real y que eleve la prestación mínima hasta 1.080 euros.
En un corro improvisado Tiano Sandoval, portavoz de la Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones, explicó que no cesarán en su lucha por la derogación de la reforma de las pensiones de 2011 y de 2013, por lo que se volverán a manifestar en distintas ciudades de todas las comunidades autónomas el próximo 16 de diciembre. “No nos van a callar”, aseveró.
Con pancartas que mostraban lemas reivindicativos como “la banca manda y el Gobierno ataca”, “nos roban” o “blindemos las pensiones en la Constitución”, los manifestantes marcharon en orden y sin más incidentes que los problemas de tráfico y el ruido de sus silbatos. Ante los leones del Congreso, los manifestantes exigieron acabar con la desigualdad de género en salarios y pensiones, subir la pensión por viudedad y que la jubilación anticipada con 40 años cotizados no se penalice. “No aceptamos el 0,9 % de subida de las pensiones. Solo aceptamos un IPC real”, aseguró Conchita Rivera, otra de las portavoces de la coordinadora.
En pleno éxtasis reivindicativo, los jubilados extendieron sus peticiones a otros ámbitos económicos: un salario mínimo de 1.200 euros, la derogación de la reforma laboral y la supresión de los beneficios fiscales a los planes privados de pensiones y EPSV.
Pocos se salvaron de sus quejas, reproches y proclamas. Cargaron contra el Pacto de Toledo, los malos empresarios y los banqueros, pero también contra el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, al que afearon "que quiera cambiar las cosas sin derogar la reforma laboral". Precisamente, el presidente Sánchez no tardó en reaccionar y, a través de las redes sociales, confirmó a los manifestantes que, si gana las elecciones, blindará la pensión al IPC real. “Su reivindicación es justa. Nuestro compromiso es garantizar su sostenibilidad, revalorizarlas conforme al IPC real y blindar el sistema público de pensiones en la Constitución”.
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