OPA en la industria ferroviaria

Magyar Vagon presentará el lunes el aval bancario para comprar Talgo

Avanza así en los requisitos exigidos para presentar su OPA de casi 620 millones de euros. El consorcio húngaro no ha mantenido hasta el momento reuniones con el Gobierno

Tren Talgo
Tren de TalgoTalgo

Ganz-MaVag Europe sigue dando pasos para adquirir Talgo. El consorcio húngaro remitirá el lunes a la Comisión Nacional de Mercados y Valores (CNMV) los avales bancarios necesarios para seguir adelante con la operación, según han confirmado fuentes próximas a la empresa magiar.

La firma húngara ha presentado una oferta de 5 euros por acción, lo que supone valorar en 619,3 millones de euros la totalidad de Talgo. La Ley del Mercado de Valores concede siete días de plazo para presentar estos avales en este tipo de operaciones, con lo que Ganz-MaVag Europe apurará el plazo para hacerlo puesto que presentó el folleto de la oferta pública de adquisición (OPA) sobre Talgo el pasado 4 de abril tras anunciarla el 7 de marzo.

Con este nuevo trámite, el consorcio húngaro avanza en el proceso para adquirir el fabricante de material rodante español.

El folleto con las condiciones de la oferta no es todavía público dado que la CNMV no desvelará su contenido hasta que el Gobierno autorice, si lo hace, la operación. El Ejecutivo se pronunciará una vez que haya recibido el informe preceptivo, aunque no vinculante, de la Junta de Inversiones Exteriores (JINVEX), un órgano en el que participan diversos ministerios pilotado por la Secretaría de Estado de Comercio, que dispone de tres meses para su evaluación. Este organismo tiene en su poder la documentación sobre la oferta desde el pasado 22 de marzo, tal y como confirmó el consorcio húngaro al regulador bursátil cuando depositó el folleto de la OPA.

Si el Ejecutivo autoriza la operación, la CNMV volverá a tomar las riendas de la OPA para comenzar su análisis y el folleto se haría entonces público.

La oferta de Ganz-MaVag Europe sobre Talgo necesita del visto bueno gubernamental ya que está sometida al control de inversiones exteriores que se ampara en una publicación de la Comisión Europea, de abril de 2022, orientada a los Estados miembros para garantizar una mayor vigilancia de las entradas de fondos procedentes de Rusia y Bielorrusia. En este contexto, España aprobó en julio de 2023 un real decreto de inversiones extranjeras, con un desarrollo posterior en una orden ministerial, de enero de este año. Las normas de control temporal de inversiones están vigentes hasta finales de 2024.

Sin acercamientos

Por el momento, las mismas fuentes aseguran que no se han producido encuentros entre los representantes del consorcio húngaro y del Gobierno español para hablar sobre la oferta.

Aunque habrá que esperar a la decisión del Gobierno para conocer los pormenores del folleto, desde el consorcio húngaro han destacado que su oferta garantiza la "españolidad" de Talgo, cuya cotización se han comprometido a mantener en la Bolsa española. Además, la empresa magiar también ha asegurado que mantendrá los puestos de trabajo y los centros de producción que la compañía tienen en Rivabellosa (Álava) y La Mata (Madrid). Ganz-MaVag también ha destacado que su propuesta permitiría incrementar de forma importante la capacidad productiva de Talgo ya que dispone de ocho plantas en distintas localidades húngaras que están dedicadas a la producción, reparación y mantenimiento de vehículos ferroviarios, ingeniería, piezas y motores eléctricos que suman más de medio millón de metros cuadrados de superficie. La compañía española tiene ahora mismo una cartera valorada en más de 4.000 millones de euros para la que necesita más capacidad productiva.

Conversaciones

Magyar Vagon lleva desde el pasado mes de diciembre en conversaciones confidenciales con el principal accionista de la compañía, Trilantic (con el 40% del capital), y con la propia Talgo, que dio su consentimiento para compartir información con el comprador. De hecho, ambas partes han pactado una cláusula que obligará a la firma española a pagar 3 millones de euros a Magyar Vagon si la oferta es autorizada pero finalmente no prospera por la presentación de una oferta competidora, en concepto de compensación por los costes y gastos incurridos en la preparación de la OPA. El consejo de administración de Talgo ya ha declarado que se trata de unaOPA amistosay que colaborará con los húngaros para su éxito, incluso para buscar financiación si alguna entidad resuelve sus créditos por el cambio de propietario. Talgo considera que la oferta es "atractiva" para los accionistas y que tiene unaopinión "preliminar" favorablea la misma. Trilantic ha expresado también al consejo de Talgo su intención de aceptar la oferta.

Antes de presentar la OPA, Ganz-MaVag Europe negoció durante semanas con algunos bancos acreedores de Talgo que tienen suscritas cláusulas de cancelación de deuda en caso de cambio de propietariodado que la propia CNMV le había negado la dispensa que había solicitado para lanzar la operación sin tener que llegar a un acuerdo sobre este punto. En las cuentas de la compañía figuran23 entidades con unos créditos de 329 millones de euros. Sin embargo, Ganz-MaVag Europe, liderada por los empresarios György Bacsa y András Tombor, ha convencido a la banca para seguir apostando por el proyecto de Talgo, incluso si esta cambia de manos.

Aunque parecía que el escollo de la deuda era el más arduo que el consorcio húngaro iba a afrontar para cerrar la operación, lo cierto es que el político va a ser, con mucha diferencia, el más importante. El ministro de Transporte y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, llegó a asegurar semanas atrás que el Gobierno "hará todo lo posible" para rechazar la operación dado que sospecha que podría haber intereses rusos detrás, si bien su colega de gabinete y titular de Industria, Jordi Hereu, dijo posteriormente que el Ejecutivo "no está en eso" y sí en analizar la operación para no perder el control sobre una compañía que se considera estratégica.

Al Gobierno le preocupan las posibles conexiones de la firma húngara con Rusia

Las reticencias del Gobierno hacia la operación partirían del hecho de que Tombor es un empresario al que algunas fuentes vinculan con el gabinete de seguridad de Victor Orban entre los años 1998 y 2002. Orban, actual presidente húngaro, es un político al que se considera muy cercano a Putin.

Magyar Vagon, además, se creó en 2020 por Kristóf Szalay-Bobrovniczky, actual ministro húngaro de Defensa de Orban, y se ha consolidado en el sector ferroviario a través de privatizaciones en Hungría aprovechando su proximidad al Gobierno de Orbán.

Entre los atractivos que para esta compañía puede tener Talgo está Ucrania. Aunque el país se encuentra todavía enfrascado en una cruenta guerra con Rusia, los suculentos planes de reconstrucción que se anuncian cuando acabe el conflicto están llevando ya a muchas compañías a tomar posiciones. En el campo ferroviario, Talgo cuenta con una ventaja respecto a sus competidores y es que fabrica trenes con rodadura desplazable. El ancho de vía ucraniano no es similar al del resto de Europa. Por eso, esta tecnología de Talgo es una importante ventaja para conectar la red ferroviaria de Ucrania con la del resto de Europa occidental.