Industria ferroviaria

Hereu modera el tono con Talgo y dice que la tesis "no es impedir la OPA" húngara como dijo Puente

El ministro de Industria asegura que lo relevante es "no perder el control estratégico de las industrias"

El ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu DAVID LOPEZ VILLALTA (Foto de ARCHIVO) 01/01/1970
El ministro de Industria y Turismo, Jordi HereuDAVID LOPEZ VILLALTAEuropa Press

Jordi Hereu ha rebajado hoy algún punto el tono amenazante que había exhibido el Gobierno respecto a la oferta pública de adquisición (OPA) lanzada por el consorcio húngaro Ganz-MaVag Europe para comprar Talgo. El ministro de Industria y Turismo, al contrario de lo que aseguró su colega de gabinete Óscar Puente, titular de Transportes; ha asegurado que el Ejecutivo no está en "hacer todo lo posible" para evitar que el fabricante español de trenes acabe en manos magiares sino que estudiará la operación desde la óptica de que lo relevante es no perder el control sobre industrias que se consideran estratégicas.

Durante un foro organizado por el diario "El Correo" en Bilbao, Hereu ha afirmado que el Gobierno no quiere perder el control estratégico de la empresa de Talgo. Hereu ha dicho que las palabras de Puente no fueron "ninguna declaración oficial", según le comentó el propio Puente. "Para mí no es la tesis", ha dicho Hereu, según informa Efe. Así, el ministro de Industria ha asegurado que el Gobierno analiza "las posibles inversiones" y "es evidente" que no quiere "perder el control estratégico de las industrias", especialmente, las que tienen "una tradición inmensa en este país" y con las que España salió "al mundo a vender tecnología". Por ello, el Ejecutivo quiere saber si va a estar en manos de un inversor con el que tiene "una relación de confianza". "Yo para nada expreso ningún apriorismo porque las cosas se tienen que sustanciar", pero "a la vez también expreso que es obligación del Estado español" saber "en manos de quién acaba" una industria "estratégica" para el país, "que además tienen un enorme potencial de mercado". "Como ministro de Industria, yo si puedo hacer que ciertos pedidos se acaben fabricando en España, no haré que se fabriquen en otros sitios", ha afirmado.

Hereu ha añadido que "algo que triunfa en el mundo, me gustaría poderlo fabricarlo en España". "Estamos abiertos a la inversión extranjera, es evidente, pero en esto como en otras cosas, la etapa de la ingenuidad se ha terminado", según ha advertido.

Declaraciones de Puente

Hace un par de semanas, en una conversación fuera de micrófonos tras un evento organizado por "El Periódico de España", Puente afirmó que el Gobierno haría "todo lo posible" por evitar que la OPA sobre Talgo del consorcio húngaro, conformado en un 55% por Magyar Vagon y en otro 45% por el fondo estatal Corvinus, salga adelante.

Las reticencias del Gobierno hacia la operación partirían del hecho de que entre los directivos del consorcio húngaro está Andras Tambor, que además es uno de los firmantes de la nota que envió a la Comisión Nacional de Mercados y Valores (CNVM) en la que se desveló a Ganz-Ma Vag Europe como el pretendiente de Talgo. Se trata de un empresario al que algunas fuentes vinculan con el gabinete de seguridad de Victor Orban entre los años 1998 y 2002. Orban, actual presidente húngaro, es un político al que se considera muy cercano a Putin.

Magyar Vagon, además, se creó en 2020 por Kristóf Szalay-Bobrovniczky, actual ministro húngaro de Defensa de Orban, y se ha consolidado en el sector ferroviario a través de privatizaciones en Hungría aprovechando su proximidad al Gobierno de Orbán, al que se considera a su vez muy próximo al presidente de Rusia, Vladimir Putin.

Autorización del Gobierno

La adquisición de Talgo no depende sólo del acuerdo entre comprador y vendedor sino también de la autorización del Ejecutivo dado que, como declaró públicamente el propio ministro de Industria semanas atrás, se trata de una compañía "estratégica" para España. Por este motivo, debe recibir el visto bueno del Consejo de Ministros.

Ganz-Ma Vag Europe ha ofrecido un precio de 5 euros por acción, lo que equivale valorar a la compañía en el entorno de los 620 millones de euros. El consorcio cuenta con el apoyo del principal accionista de Talgo, Trilantic, que lleva tiempo tratando de desprenderse de su participación en Talgo, que supera el 40%. La dirección de la compañía también la respalda y se ha mostrado dispuesta a ayudar al consorcio húngaro a buscar financiación si es necesario para completarla.