Mises, Moicano y las seis lecciones económicas que hay que conocer

Este pasado fin de semana sucedió un hecho poco habitual en el torneo de artes marciales mixtas UFC 300 celebrado en Las Vegas: cuando el luchador brasileño Renato Moicano concluyó su combate, lanzó el siguiente mensaje a millones de televidentes de todo el mundo: "Amo a los EEUU. Amo la Constitución de los EEUU. Amo la Primera Enmienda. Quiero poder llevar encima todas las armas que quiera. Amo la propiedad privada. Y dejadme que os diga algo: si os preocupa vuestro país, leed a Ludwig von Mises y las seis lecciones de la Escuela Austriaca de Economía".

Mises es probablemente el economista más importante dentro de la llamada Escuela Austriaca: una tradición de pensamiento iniciada en Viena hace 150 años y que enfatiza la importancia de los mercados libres como mecanismo para avanzar hacia una sociedad más próspera. Sin ir demasiado lejos, el actual presidente de Argentina, Javier Milei, dice inspirarse mayoritariamente en las ideas de estos economistas y, de hecho, el texto al que hizo referencia Moicano es, en realidad, la transcripción de seis conferencias impartidas por Mises en 1959 en la ciudad de Buenos Aires, adonde fue invitado por el economista Alberto Benegas Lynch, el padre de uno de los mayores referentes intelectuales de Milei, esto es, Alberto Benegas Lynch (hijo).

Las conferencias de Mises se hallan publicadas en español por Unión Editorial en su libro Seis lecciones sobre el capitalismo. ¿Y cuáles son esas seis lecciones económicas impartidas por Mises y que Moicano nos instala a leer? Primero, el capitalismo enriquece a la población a través de la libre competencia y la acumulación de capital; segundo, el socialismo empobrece a la población prohibiendo la libre competencia y sometiendo la vida de los seres humanos a la planificación central; tercero, el intervencionismo estatal en la economía de libre mercado provoca problemas y descoordinaciones que, al no ser reconocidas por los políticos, inducen a incrementar aún más el intervencionismo y sus consecuentes errores; cuarto, el inflacionismo es una consecuencia de la irresponsabilidad de los gobiernos por financiar sus programas de gasto público sin transparentar ese coste a los ciudadanos; cinco, el proteccionismo empobrece a las sociedades dado que les dificulta el acceso a la inversión exterior; y sexto, las malas políticas económicas son la consecuencia de malas ideas económicas, de modo que la batalla ideológica es fundamental para cambiar el rumbo torcido de nuestras sociedades. Ojalá más ciudadanos vayan conociendo a Mises y eso les ayudo a rehuir las malas ideas –y las mala políticas– económicas