El Rey Mohammed VI ha inaugurado hoy en Rabat las obras de la nueva línea de alta velocidad que unirá Kenitra con Marrakech desde la estación de Rabat-Agdal. Con aproximadamente 430 kilómetros de longitud, esta infraestructura forma parte de un programa ferroviario destinado a modernizar la red nacional e impulsar una dinámica de movilidad sostenible e inclusiva, subrayan medios marroquíes.

La nueva ruta conectará las principales ciudades del vecino país– Rabat, Casablanca y Marrakech – integrando los aeropuertos de Rabat y Casablanca. El ahorro de tiempo es considerable: 1 hora entre Tánger y Rabat, 1 hora 40 minutos para Tánger-Casablanca y 2 horas 40 minutos entre Tánger y Marrakech. Rabat también estará conectado con el Aeropuerto Mohammed V de Casablanca en sólo 35 minutos, con una escala prevista en el nuevo estadio Benslimane. Además, se establecerá un servicio de alta velocidad Fez-Marrakech, con una duración estimada de trayecto de 3 horas y 40 minutos, combinando la línea clásica y la línea de alta velocidad.

La infraestructura está diseñada para una velocidad máxima de 350 km/h. También incluirá nuevos desarrollos en las zonas terminales (Rabat, Casablanca, Marrakech), estaciones de alta velocidad y de cercanías, así como un centro de mantenimiento en Marrakech para el mantenimiento del material rodante.