La corrección que los expertos vaticinan este año para el sector inmobiliario ya está aquí. En febrero, la compraventa de viviendas cayó un 6,6% en tasa interanual, un descenso que se acentuó hasta el 11% con respecto a los datos de enero. Con esta nueva caída, la compraventa de viviendas retoma los descensos de diciembre (-10,2%), que se interrumpieron en enero con una subida del 6,6%, según los datos difundidos hoy jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE). En el acumulado del año las compraventas de vivienda se mueven ya en terreno negativo, con una ligera caída del 0,1% con respecto a un año antes.

El retroceso de febrero comienza a hacer evidente las crecientes dificultades que tienen aquellos que buscan vivienda para obtener financiación en un contexto de subida de los tipos de interés. "Los datos comienzan a mostrar el enfriamiento del mercado registrado a finales de 2022 y a reflejar los primeros síntomas del encarecimiento de la financiación", asegura Francisco Iñareta, portavoz de idealista. Aún así, desde esta web inmobiliaria creen que la caída publicada por el INE "pone de manifiesto que a pesar de estos factores el mercado de compraventas mantiene su fortaleza y una tendencia bajista que previsiblemente saneará el sector más que provocar una nueva hecatombe". En este sentido, los datos que manejan en idealista indican que "un porcentaje muy significativo de las personas que se encuentran buscando casa ya cuentan con una vivienda en propiedad, por lo que sus necesidades de financiación son generalmente menores y el impacto de la subida de tipos se diluye en gran manera. Sin embargo, es previsible que en las próximas estadísticas sigamos viendo ligeras caídas interanuales en el número de operaciones", explica Iñareta. "Los próximos meses vamos a ver todavía un sector dinámico, aunque con cifras menos abultadas respecto al año pasado", le secunda María Matos, portavoz y responsable de Estudios de Fotocasa. En su opinión, las sucesivas subidas de tipos "encarecerán cada vez más los créditos financieros, lo que expulsará a un volumen importante de compradores".

El retroceso de febrero fue generalizado tanto en vivienda usada como en nueva, aunque más acentuado en esta última. En febrero se registraron 50.186 transacciones. En las de segunda mano, que representaron más del 80% del total, retrocedieron un 5,5% interanual y un 11% en tasa intermensual, mientras que en las nuevas los descensos fueron más acusados, del 11,1% y del 10,7%, respectivamente. Las operaciones en este segmento vienen perdiendo fuerza desde hace tiempo y han bajado en cinco de los seis últimos meses, mientras que las viviendas de segunda mano han registrado retrocesos en dos de los tres últimos meses. "La vivienda a estrenar tiene muy fácil salida, porque cuenta con características que cumplen con los nuevos requisitos de búsqueda de los compradores. Sin embargo, podemos encontrarnos con una grave problemática de subida de precios si la demanda continúa tan latente", advierte Matos. "No solo por la inflación desbocada, que afecta al coste de los materiales, a la producción y a la logística, que ha ocasionado la ralentización y paralización de algunas promociones, sino por la demanda de compra tan fuerte y solvente frente a los niveles productivos tan escasos de la vivienda a estrenar", añade.

La caída de ventas fue prácticamente generalizada en toda España. Los mayores descensos fueron los de La Rioja (23,6%); Cantabria (17,9%); Extremadura (16%); Comunidad de Madrid (15,6%); Galicia (11,9%); Andalucía (11,8%) y Baleares y Canarias (10,8%, respectivamente). Sólo crecieron en Asturias (19,9%) y la Comunidad Valenciana (2,9%).