Foro de Davos
Del Pino acude a la reunión con Sánchez en Davos y se ven por vez primera desde la salida de Ferrovial
También ha asistido Ignacio Galán, presidente de Iberdrola. El presidente del Gobierno ha pedido a los empresarios que luchen contra "la ola reaccionaria que recorre el mundo"
Finalmente, el presidente de Ferrovial, Rafael del Pino, ha asistido este miércoles a la reunión con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Foro de Davos, el primer encuentro entre ambos desde que Ferrovial decidió trasladar su sede fiscal a Países Bajos, un anuncio que fue criticado por el propio Sánchez. También ha estado presente Ignacio Galán, presidente de Iberdrola, quien había criticado la puesta en marcha del gravamen extraordinario a las energéticas y cuya asistencia también estaba en duda. A ellos se han sumado los directivos de otras grandes empresas españolas. En concreto, han participado Carlos Torres (BBVA), Maarten Wetselaar (Cepsa), Francisco Reynés (Naturgy), Josu Jon Imaz (Repsol), José María Álvarez Pallete (Telefónica), José Manuel Entrecanales (Acciona) y José Luis Blanco (Nordex -filial de Acciona-).
El encuentro se ha desarrollado en un ambiente de cordialidad. Tanto es así, que fuentes de Moncloa aseguraron que "el presidente ha sido recibido entre aplausos al entrar a la sala". A esta supuesta balsa de aceite no ha asistido Ana Patricia Botín, presidenta del Santander, por motivos de agenda, pero antes de la reunión con todos, "Sánchez ha mantenido una breve conversación con ella", confirmaron las mismas fuentes. Sí ha participado en la cita con Sánchez el presidente ejecutivo del Santander, Héctor Grisi.
Durante su intervención en Davos, el presidente del Gobierno aseguró a las empresas que el Ejecutivo es su aliado, no su rival. En este sentido, Sánchez ha pedido a los empresarios que actúen de forma responsable, piensen a largo plazo y "no se dejen arrastrar" por los "medios de comunicación y partidos políticos radicales" que se benefician al vender polarización y están obsesionados con presentar al Ejecutivo como rival sistémico.
En declaraciones ante el plenario del Foro Económico Mundial y en un auditorio lleno de empresarios de numerosos países, entre ellos varios representantes de grandes firmas del Ibex 35, Sánchez consideró que uno de los grandes retos que tiene por delante la comunidad internacional es la prosperidad de los ciudadanos.
Erosión de la clase media y trabajadora
En ese contexto, recordó que la ultraderecha está en auge en el mundo y que esa "terrible tendencia" no es más que un síntoma de problemas más profundos, entre ellos la erosión de las clases medias y trabajadoras "que sufrieron con las crisis financieras de 2008 y 2012 y que ahora se angustian ante un futuro marcado por la incertidumbre mientras siguen perdiendo poder adquisitivo". Subrayó que debe detenerse esa erosión sin dar la espalda a los valores democráticos, la crisis medioambiental o las necesidades de los países más pobres.
"Debemos ser audaces y definir un nuevo paradigma de prosperidad. Una nueva ortodoxia económica y social que aproveche los conocimientos y las nuevas herramientas de que disponemos para conjugar el crecimiento económico con la sostenibilidad medioambiental y la prosperidad para todos", añadió.
Ese es el proyecto que dijo que está impulsando en España, "demostrando que es posible crear riqueza y mejorar al mismo tiempo las condiciones de los trabajadores". Citó, en concretó, el aumento del salario mínimo en un 54%, la ampliación de los derechos laborales, la reducción de la temporalidad, la desigualdad y la pobreza y la creación de más de dos millones de empleos. Todo ello creciendo por encima de la media de la zona euro y de la OCDE, siendo de los más rápidos de Europa en reducir la inflación y con beneficios récord de las empresas.
Explicó que en España se han bajado los impuestos a las clases medias y trabajadoras y se ha subido a los ricos, se ha reducido el déficit público a la mitad y se han ampliado las ayudas públicas a ciudadanos y empresas. "Hemos impulsado políticas que nos dijeron que eran imposibles o temerarias. Y, sin embargo, han demostrado ser posibles y beneficiosas", aseguró Sánchez antes de destacar que España haya alcanzado muchos logros medioambientales.
Pero para seguir teniendo éxito dijo que este nuevo modelo de prosperidad necesitará aumentar la participación del sector privado y que las empresas son esenciales para el crecimiento y el bienestar de un país porque crean empleo, innovación y oportunidades.
"No nos traguemos los viejos postulados neoliberales"
Se dirigió entonces a los empresarios presentes en Davos para subrayar que sus compañías son un producto de la democracia, de un orden internacional fundamentado en reglas y de estados de bienestar que sostienen a las clases medias. "Sin estos pilares, sus modelos de negocio se derrumbarían como un castillo de naipes", advirtió a los empresarios antes de hacerles una petición: "que se impliquen".
Deben hacerlo, explicó, ayudando a elevar el poder adquisitivo de los trabajadores, frenando la emergencia climática, reivindicando las normas internacionales, defendiendo la democracia y luchando "contra la involución que representa la ola reaccionaria que recorre el mundo". "En resumen, ayúdennos a dar a la gente una vida mejor. No nos traguemos los viejos postulados neoliberales que presentan al Estado como un ente puramente extractivo que no genera valor o que afirman que la única responsabilidad de las empresas es aumentar los beneficios de sus accionistas", añadió Sánchez.
A su juicio, se ha demostrado que estas ideas son erróneas. "Ustedes lo saben. Saben que las empresas necesitan a los gobiernos para innovar y crecer. Y que si las empresas no trabajan juntas, si no alinean sus intereses con los de la sociedad en su conjunto, no podremos superar los grandes retos de nuestro tiempo. Y esto repercutirá en sus empresas", añadió. Por ello, Sánchez les pidió "actuar en consecuencia y con responsabilidad".
"Piensen a largo plazo. No se dejen arrastrar por esos medios de comunicación y partidos políticos radicales que están obsesionados con proyectarnos como rivales sistémicos, que se lucran vendiendo polarización. No caigan en su trampa. Colaboremos. Aprovechemos los grandes retos que he mencionado antes para tender puentes, potenciar sinergias y establecer nuevas formas de colaboración público-privada", dijo.
A renglón seguido, les garantizó que "el Gobierno de España es su aliado" y aseguró que el país es un paraíso para las empresas que quieren prosperar a través de la innovación, el talento, la energía limpia y barata, la estabilidad institucional y las infraestructuras de primer nivel, para las que quieren enriquecerse generando valor real y pagando los impuestos que les corresponden. Para Sánchez se está en los albores de un año crucial ante el que no duda de que los ciudadanos estarán a la altura, pero recalcó que es importante que también lo estén los gobiernos y las empresas.
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