Vivienda

Soy estudiante y vivo de alquiler: ¿puedo decorar el piso?

La ley establece que el inquilino no podrá realizar sin el consentimiento del arrendador obras que modifiquen la configuración de la vivienda o de los accesorios

Para pintar las paredes de casa y darle una nueva imagen a las habitaciones no es necesario obtener una licencia de obra
Brochas para pintar las paredesLa RazónPixabay

Septiembre es el mes en el que miles de estudiantes dejan atrás su ciudad natal para realizar sus estudios universitarios y perseguir el trabajo de sus sueños. Aunque algunos recurren a las residencias de estudiantes para hospedarse, su elevado precio hace que la alternativa más común sea alquilar una habitación en un piso compartido. Cuando se alquila una vivienda entre varios compañeros, no es de extrañar que muchos quieran decorarla a su gusto para convertirla en su nuevo hogar. No obstante, antes de pintar las paredes o colgar un cuadro, desde el portal inmobiliario Fotocasa explican que los inquilinos deben conocer los cambios que se pueden hacer y los que no en el piso alquilado.

El artículo 23 de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) establece que "el arrendatario no podrá realizar sin el consentimiento del arrendador, expresado por escrito, obras que modifiquen la configuración de la vivienda o de los accesorios". Por tanto, en el caso de que el casero no haya autorizado las obras, este podrá resolver el contrato y exigir "que el arrendatario reponga las cosas al estado anterior o conservar la modificación efectuada, sin que éste pueda reclamar indemnización alguna".

El inquilino debe devolver la vivienda en el mismo estado en la que la entregó el casero, por lo que cualquier decoración o mejora que se realice debe ser reversible para que vuelva a su estado original. Sin embargo, desde el portal inmobiliario recomiendan que se avise por escrito al arrendador de los cambios que se vayan a realizar. Pero, ¿qué reformas se pueden realizar en la vivienda alquilada?

Pintar las paredes en un piso de alquiler si que es posible, aunque si el inquilino da una mano de pintura en tonos llamativos u oscuros, el casero podrá pedir que se devuelva al color original. Por ello, antes de pintar se debe hablar con el propietario de la vivienda, ya que pude no importarle o puede solicitar que al terminar el contrato se entregue la vivienda con las paredes pintadas del color original. Para darle otro lavado de cara a la casa, también se podrá colocar papel pintado en las paredes, aunque será necesaria la aprobación del propietario, ya que esta instalación podría dañar las paredes al ser retirada.

Hacer agujeros en la vivienda es imprescindible para adaptarla a las necesidades del inquilino, aunque se debe evitar hacerlos en los azulejos del baño o la cocina sin consultarlo primero con el casero. Y es que por ley, el propietario del inmueble podría reclamar el pago de los servicios que deba contratar para devolver el piso al estado original.

Si se quiere cambiar el suelo, el inquilino podrá recurrir a suelos vinílicos adhesivos, es decir, una instalación que sea reversible, que no cueste quitar y que no dañe el suelo original. Asimismo, también se podrán incorporar alfombras o tapetes para darle un estilo propio a la vivienda.

Los accesorios originales del propietario se podrán retirar aunque se deberán guardar para poder devolver la vivienda a su estado inicial y en las mismas condiciones que se entregó.