Resultados económicos
Sharp España integra el negocio de Irlanda y prevé buenos resultados para este año
El cierre del puerto de Shanghái (China) obligó a la compañía a enviar 700 equipos multifunción por vía aérea
Sharp España, que aglutina los negocios de la compañía japonesa en Portugal e Irlanda además de nuestro país, tiene previsto acabar su año fiscal, en marzo de 2023, con un crecimiento del 2,6 por ciento respecto a su ejercicio anterior. Unos datos que vendrían avalados, sobre todo, por el buen comportamiento de las ventas de equipos de gestión documental pese a que, desde 2019, este mercado registra caídas en el negocio.
Esta situación está permitiendo, según la compañía, que la cuota de mercado del fabricante no solo esté creciendo sino que, incluso, se sitúe por encima de la media de otras filiales europeas.
Semiconductores
Sharp asegura que este negocio de los equipos de oficina también se ha visto impactado, tanto por la pandemia como por la crisis de los semiconductores experimentada en la industria. Tanto que incluso los ingenieros de la firma tuvieron que lanzar una gama de productos que fuera capaz de funcionar incluso sin chips disponibles en aquellos momentos.
Sin embargo, no esconde que el hecho de que Foxconn (uno de los principales fabricantes de semiconductores del mundo) pertenezca al mismo grupo empresarial que ellos también les permitió vivir esta crisis con un poco más de desahogo. “Cuando China decretó su estrategia de Covid Cero y cerró la ciudad y el puerto de Shanghái (uno de los más importantes del mundo) sufrimos mucho. Incluso se llegó a traer 700 equipos multifunción por vía aérea para que llegaran a casa de los clientes”, asegura Juan Marco, director comercial de Sharp Iberia e Irlanda.
Preguntado por La Razón por cómo ve una compañía asiática la decisión de la Unión Europea de reforzar su papel en la industria de los semiconducotres, este directivo asegura que “diversificar siempre es bueno”, pero advierte que una fábrica de este tipo no solo supone una inversión aproximada de 150.000 millones, sino muchos años hasta que entra en producción. “Además, hay que preparar la fábrica para la tecnología de dentro de 3 a 5 años, lo que complica su puesta en marcha”.
Aunque considera que la estrategia de la Unión Europea “es hacia donde hay que ir”, también advierte que la guerra en Ucrania puede complicar, aún más, estos planes
Integración de Irlanda
Tras el brexit, fue el año pasado cuando Sharp decidió que la filial española asumiera también el negocio de Irlanda. Según explica, en Irlanda el fabricante contaba con un importador que trabajaba desde Inglaterra. “Este sistema suponía llevar desde Europa los equipos al Reino Unidos para, desde allí, a Irlanda”, lo que complicaba la situación después de la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
Además, la compañía quería que la filial encargada de gestionar el negocio irlandés tuviera también experiencia gestionando un país desde otro, lo que sucedía en España con Portugal.
Negocio audiovisual
En estos momentos, el 90% del negocio de Sharp en España proviene de los equipos de oficina y, el resto, de productos audiovisuales. Sin embargo, la corporación se encuentra en pleno proceso de integración de la división audiovisual de Nec. Está previsto que a finales del año que viene toda la gama de productos sea única y se venda bajo la marca Sharp.
Cuando se complete, el responsable de Sharp en nuestro país calcula que el negocio audiovisual crecerá en importancia en los resultados finales de la compañía, para suponer el 30%.
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