Mesa redonda
Corporaciones y startups, aliadas en innovación abierta
Representantes de los dos sectores debaten en una mesa redonda en LA RAZÓN sobre los beneficios de la colaboración
Una colaboración abierta y sincera, que fomente la innovación tecnológica para dar un mejor producto y servicio al ciudadano y cliente final.
Así es como grandes corporaciones como Mapfre, Repsol o PwC afrontan la innovación tecnológica y abierta de la mano de startups, tal y como quedó patente en la Mesa Redonda «Claves de la innovación tecnológica» que LA RAZÓN celebró en la sede del periódico en colaboración con Startup Valencia.
Nacho Mas, CEO de Startup Valencia, reconocía que la visión de los emprendedores como los que se aglutinan bajo su organización ha cambiado mucho a lo largo de los últimos años. Antes, «a veces sentían que las grandes corporaciones se aproximaban a los emprendedores por temas de responsabilidad corporativa o marketing. Eso por suerte ha cambiado».
Una visión que compartía Alberto Tornero, socio responsable del Área de Empresas de Alto Potencial, PwC Spain, para quien la relación entre estas dos tipologías de empresas es de todo menos natural, como si de un ratón y un elefante se tratase. «El reto ha sido, y sigue siendo, entender que las grandes corporaciones no existen, sino que hay personas dentro de estas grandes empresas que tienen unos objetivos para los que las startups deben ser una ayuda; y entender también que las startups no son un medio para que las empresas consigan cosas. Hay que poner en contacto a personas con personas, sin prejuicios, para generar negocio».
Juan Cumbrado, director de innovación en Mapfre, anotaba que el modelo de relación entre startups y grandes corporaciones también depende mucho del tamaño y nivel de maduración de las primeras, así como del papel que juegan (cliente, partner, proveedor…) en su relación con la gran corporación.
«Las startups resuelven un problema concreto gracias a la tecnología, pero es importante el ecosistema de innovación, porque cuando las compañías se relacionan entre sí hay que adecuar ese nivel de relación», exponía, para añadir que tiene que haber un modelo de relación con la startup. Algo que han hecho en su empresa. «No es comercial tradicional como hasta ahora. Tienes que darle la seguridad de que la idea es suya y la vamos a respetar para que se sienta confortable en las áreas de negocio», explicaba.
De igual a igual
Pese a los tamaños tan diferentes que pueden tener las grandes y las startups, el reto es que la relación sea de igual a igual entre empresarios, de manera que los beneficios sean mutuos. Además, «debe ser un modelo flexible y que cambie con el tiempo», defendía Gema García, directora de Open Innovation y Corporate Venturing de Repsol. «Queremos traer tecnología que sirva para nuestra estrategia, viendo las necesidades de las startups y nosotros», argumentaba. «Puede ser que necesiten acceso a nuestros productos o instalaciones para hacer pruebas de concepto, poder aplicarlo si hay buenos resultados, acceso a financiación, trabajar juntos para desarrollar un producto…», relataba como ejemplos de las diferentes acciones.
Tras seis años de vida, Nacho Mas aseguraba que se ha aprendido a cómo colaborar con las grandes corporaciones para conseguir sus fines. «En emprendimiento no hay territorio local, cuanto más abierto mejor», aseguraba. «Esto enriquece al ecosistema, trabajar con corporaciones de cualquier parte del mundo y trabajar en clave abierta», añadía, adelantando que en octubre, en Valencia Digital Summit, habrá casi un 40% de asistentes (entre emprendedores, empresas e inversores) de fuera de España.
Gema García refrendaba este apoyo a la innovación abierta incluso entre competidores de un mismo sector. «Tenemos coinversiones en startups con empresas de nuestra competencia, como BP o Shell. Lo que queremos es acelerar ese desarrollo que nos va a ser útil en nuestros procesos», relataba. Incluso las grandes del gas y la energía tienen un fondo de inversión común para lograr las emisiones cero.
Eso sí, Juan Cumbrado aseguraba que esta colaboración e inversión en una startup tiene que adecuarse a la estrategia definida por la compañía. «Cuando nos acercamos al ecosistema emprendedor buscamos esas capacidades que nosotros no tenemos y que van a permitir conseguir la sostenibilidad de la compañía, que se basa en el ecosistema emprendedor», exponía. «Por eso colaboramos con empresas de la competencia, para favorecer ese ecosistema emprendedor que desarrolla tecnología y que sea sostenible en el tiempo».
Alberto Tornero relataba que esa estrategia se basa en tres puntos: que las startups «solucionen necesidades de cliente, para ayudarnos a la vez a nosotros mismos para ofrecer mejores propuestas a nuestros clientes, y estar en el radar de todo lo que viene».
La innovación se contagia
El socio responsable del Área de Empresas de Alto Potencial, PwC Spain, también relataba cómo la innovación es contagiosa, pero que el camino recorrido también ha sido complicado. «Todo cambio produce miedo y se han cometido errores»; reconocía sin tapujos, pero considera que, con la estrategia adecuada, puede funcionar la innovación abierta. Según su visión hay tres tipos de olas: las empresas que llevan mucho tiempo con innovación abierta, las que están entrando hace menos tiempo con la experiencia aprendida de las primeras, y las últimas, que están iniciándose en estos momentos en este terreno. «La clave es el negocio. La mejor innovación, la mejor disrupción, tiene que estar ligada a negocio, bien a corto o largo plazo», sentenciaba, «porque hará que la innovación será sostenible».
El director de innovación en Mapfre coincidía en que «la innovación ‘‘per se’’ no tiene sentido, salvo que esté ligada a un negocio». Además, aseguraba que en su caso «no se intenta delegar en la startup la innovación, pero sí que al ser de tecnología, esta startup puede ayudarnos a incorporar unas capacidades que nos van a permitir acelerar la estrategia». Este responsable reconocía que, como empresa de productos y servicios, no puede desarrollar determinados productos, pero sí que apoya la innovación incluso con programas de intraemprendimiento.
Qué es innovación abierta
Los ponentes en la mesa redonda también expusieron qué entienden sus empresas cuando hablan de innovación abierta y la ponen en marcha. Así, Juan Cumbrado aseguraba que estamos ante «una de las principales palancas para transformar la compañía y prepararla para el futuro».
Por su parte, Gema García declaraba que en los últimos años el ecosistema emprendedor ha crecido y ha supuesto un cambio cultural para los propios científicos que trabajan dentro de Repsol. «Hemos cambiado nuestras formas de trabajo y hemos evolucionado», reconocía.
Alberto Tornero, por su parte, explicaba que la innovación abierta permite a PwC ayudarles a cambiar internamente, pero también es una herramienta para ayudar a que sus propios clientes puedan abordar esta necesidad de colaboración entre empresas y de cambiar sus modelos y estructuras a la hora de organizarse.
Por último, Nacho Mas explicaba que Startup Valencia es una plataforma que se dedica a poner en común a todos los actores de la innovación con el objetivo de «facilitar que se haga la innovación de forma abierta y colaborativa», de manera que se pueda generar una cantera y «suficientes proyectos para ser las bases de la innovación futura, que es lo que transforma la sociedad y la economía», sentenciaba.
Nuevo «hub» para 2024
Valencia se ha situado, por derecho propio, en un polo de innovación y emprendimiento, tanto a nivel nacional como mundial. En palabras de Alberto Tornero, «está en un momento de madurez y sofisticación para crecer muy importante, con experiencia en startup, pero con un sustrato empresarial muy potente».
Algo que demuestra, por ejemplo, el hecho de que, de las más de 20 compañías internacionales invertidas por Repsol, dos de ellas sean, precisamente, de Valencia. Son, en palabras de Gema García, dos proyectos «que aportan valor» a la compañía.
Para seguir acompañando este clima innovador y emprendedor, Nacho Mas adelantaba en la Mesa Redonda de LA RAZÓN que en febrero de 2024 se inaugurará el hub tecnológico en la Marina, con más de 5.000 metros cuadrados de innovación abierta, que reunirá «startups y scale ups, así como corporaciones con unidades de innovación abierta para colaborar con estos emprendedores en diferentes etapas y fases».
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