Trabajo

Control horario ilegal: así es el fichaje que puede costar 20.000 euros a tu empresa

Las empresas están obligadas a seguir una serie de pautas para controlar las jornadas de sus trabajadores

Economía/Laboral.- Yolanda Díaz: "Muchas empresas me están diciendo que quieren el control horario en remoto"
La ministra Yolanda DíazEuropa Press

La nueva jornada laboral es una de las medidas clave del Gobierno. Se trata de una reforma que cambiaría por completo la jornada de trabajo de millones de personas en el país, que actualmente se ven sujetas a las 40 horas semanales establecidas.

Sin embargo, el proyecto de ley que reduce la jornada laboral incluye un paquete de medidas además del recorte de jornada sin merma salarial. Una de estas nuevas normativas es el control horario de las empresas a sus trabajadores. El objetivo del Ministerio de Trabajo es que los registros pasen a ser obligatoriamente digitales, para que la Inspección de Trabajo tenga acceso en tiempo real y en remoto a estos.

Pero esta medida aún no ha entrado en vigor puesto que la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas no ha sido aprobada en el Congreso de los Diputados. Y es que la Cámara Baja es la encargada de dictaminar si entra en vigor el proyecto a través de los partidos políticos, que deben aprobar con mayoría la norma.

Por ello, aún se mantienen en vigor las medidas establecidas para el control horario. Unas medidas que no permiten cualquier registro, y de incumplirlas, las sanciones económicas son notables.

¿Cómo se debe realizar el registro horario?

Ante las posibles dudas que pueden existir sobre cómo las empresas deben registrar el horario de sus trabajadores, el abogado laboralista Ignacio de la Calzada ha explicado la forma correcta de hacerlo. Según Ignacio, aunque es obligatorio registrar las horas trabajadas de cada empleado, no se puede utilizar para ello sistemas que recojan datos biométricos, como es fichar a través de la huella dactilar o con el reconocimiento facial.

Se trata de una norma establecida a finales del 2023, cuando el Comité Europeo de Protección de Datos (CEPD) fijó que el uso de datos biométricos para realizar el control horario de los trabajadores era “excesivo”, considerándose que estos datos eran de “alto riesgo”. Una percepción que también fue compartida por la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD).

Sanciones en caso de incumplimiento

En caso de no cumplir con lo fijado por ley, Ignacio de la Calzada recuerda que las multas por usar registros horarios a través de sistemas de recolección de datos biométricos pueden llegar a los 20.000 euros.

Y es que la Agencia Española de Protección de Datos ya ha impuesto sanciones a algunas empresas por este motivo. En este caso, el Colegio Notarial de Aragón continuaba con estos sistemas de control horario donde se fichaba con la huella, por lo que fueron sancionados.

Esto obliga a las empresas a utilizar métodos que no supongan aportar datos de carácter personal.

Alternativas para las empresas

Al no estar permitido el fichaje a través de datos biométricos, existen multitud de aplicaciones que no incurren en ilegalidades. Una opción para controlar los horarios de los empleados dentro de una empresa es el uso de un código pin que cada trabajador debe tener de manera personal.

A través de este código, los empleados registrarán su jornada laboral al entrar y salir de la empresa, dejando constancia en todo momento de los horarios de inicio y salida.

¿Cuándo entrará en vigor el nuevo control horario?

A pesar de haberse aprobado el proyecto de ley el martes 6 de mayo de 2025 en el Consejo de Ministros, la tramitación se encuentra ahora en un punto muerto. El Congreso de los Diputados ha prorrogado varias veces el plazo para presentar enmiendas al texto y, por el momento, la medida se mantiene estancada.

A pesar de este bloqueo, el calendario oficial sigue marcando el 1 de enero de 2026 como la fecha límite para que las empresas adapten sus convenios a la nueva jornada máxima anual de 37,5 horas semanales. No obstante, si el texto legal logra avanzar antes del parón parlamentario de verano, la entrada en vigor podría producirse incluso antes. Todo dependerá del equilibrio de fuerzas en el Congreso y de si se logra desbloquear el proceso en las próximas semanas.