Banca

UBS estudia recortar entre 25.000 y 36.000 empleos tras comprar Credit Suisse

Reducirá entre un 20% y un 30% su plantilla. La Fiscalía suiza ha abierto una investigación sobre la adquisición en busca de posibles irregularidades

Economía/Finanzas.- UBS estudia recortar miles de empleos tras comprar Credit Suisse, según prensa
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El banco suizo UBS planea llevar a cabo un recorte de plantilla que afectaría a entre el 20% y el 30% de su fuerza laboral, según la información del rotativo suizo 'SonntagsZeitung' tras la reciente adquisición del quebrado Credit Suisse, que será investigada por la Fiscalía de Suiza. Según fuentes internas consultadas por el periódico, la entidad planearía acometer recortes de empleo de entre el 20% y el 30%, lo que supondría la salida de entre 25.000 y 36.000 trabajadores en todo el mundo, incluyendo unos 11.000 en Suiza.

Por su parte, la Fiscalía de Suiza ha abierto una investigación sobre la adquisición Credit Suisse por parte de UBS, que contó con el respaldo de las autoridades del país helvético. "La Oficina del Fiscal Federal quiere cumplir de manera proactiva su misión y responsabilidad de contribuir a un centro financiero suizo limpio y ha establecido un monitoreo para tomar medidas inmediatas en cualquier situación que se encuentre dentro de su campo de actividad", dijo la autoridad al diario 'Financial Times'.

Posibles irregularidades

Según indicó al periódico una persona conocedora de la situación, el fiscal general, Steffan Blättler, centraría sus pesquisas en posibles violaciones de las leyes penales suizas por parte de miembros del Gobierno, reguladores y ejecutivos de los dos bancos. Uno de los focos de la investigación sería la información confidencial sobre las negociaciones que se filtró a la prensa, lo que podría constituir una violación del secreto de Estado o de las leyes de espionaje industrial.

UBS, el primer banco de Suiza, compró a su máximo competidor por 3.000 millones de euros, un precio casi simbólico que sólo se acercaba a un tercio del valor en bolsa de la entidad. El principal banco suizo presentó una oferta inicial de 1.000 millones de dólares, que fue rechazada al considerarse demasiado baja y perjudicial para los accionistas de Credit Suisse. Finalmente, dobló la oferta para lograr un preacuerdo a tres bandas entre el Gobierno y las dos entidades.

El Gobierno suizo apoyó la absorción de Credit Suisse por UBS, ofreciendo una garantía equivalente a más de 9.000 millones de euros a la operación, que actuará como "seguro" y cubrirá posibles pérdidas. Esta solución fue alentada por las autoridades suizas para evitar consecuencias irreparables, tanto para el país como para la banca en el resto del mundo.

La compra de Credit Suisse despertó gran polémica en Suiza, tanto por el gran monto de dinero público usado como préstamos y garantías de la operación (equivalente a un tercio del PIB nacional) como por las drásticas medidas tomadas. Estas incluyeron procedimientos de emergencia para evitar que los accionistas de los dos bancos pudieran votar si aceptaban la operación, o reducir a cero los 16.000 millones de francos suizos (16.100 millones de euros, 17.400 millones de dólares) en bonos AT1 de Credit Suisse, poniendo en entredicho el mercado internacional de este tipo de deuda.

De hecho, la Autoridad Suiza Supervisora del Mercado Financiero (Finma) puso ciertas pegas a la fusión de ambas entidades por incompatibilidad con las normativas nacionales sobre competencia, dada la posición dominante de ambos en el sector bancario helvético. Ahora, la Fiscalía de Suiza analizará en profundidad si se produjo algún tipo de irregularidad.