Alquiler
¿Vas a compartir piso este curso? Aquí tienes 10 normas de convivencia que deberías seguir para evitar conflictos
Con el precio de los alquileres por la nubes, alquilar en solitario es muy difícil para la mayoría de los trabajadores e imposible para los estudiantes
La búsqueda de piso para el curso 2023-2024 ya ha comenzado. Como cada año, miles de estudiantes dejarán su ciudad o pueblo natal para iniciar o continuar sus estudios. Algunos recurrirán a las residencias de estudiantes para hospedarse, pero su elevado precio no está al alcance de todos los bolsillos. Por ello, la alternativa más común es alquilar una habitación en un piso compartido. Con el precio de los alquileres por la nubes (a 11 euros el m2), arrendar en solitario es muy difícil para la mayoría de los trabajadores e imposible para los estudiantes. Según el estudio de Fotocasa “Perfil de las personas que comparten vivienda”, más de la mitad lo hacen por no poder pagar un alquiler solos. Si próximamente vas a compartir piso, estos son 10 los consejos de Fotocasa para evitar conflictos durante la convivencia.
1. Acordar las normas de convivencias
La primera norma de convivencia es acordar las normas de convivencia. Cada personas tiene sus costumbres y tiempos. Para evitar conflictos durante la convivencia, es aconsejable hablar sobre la limpieza, visitas, fiestas o rutinas para crear un buen ambiente. Si lo consideras necesario, también puedes dejarlas por escrito.2. Respetar las normas
El siguiente paso es respetar las normas pactadas, de lo contrario, no servirán de nada y los conflictos aparecerán. En caso de que algún compañero no las respete, lo mejor es comunicarlo de forma respetuosa para evitar que el problema aumente y, si fuera necesario, se pueden replantear las normas. Por ejemplo, si un compañero no puede limpiar su parte de la casa el mismo día que el resto, que fije otro día de la semana que se ajuste mejor a su agenda.
3. Fijar turnos de limpieza
Y hablando de limpieza, este es el principal tema de conflicto en la mayoría de convivencias. Lo que para uno está limpio para otro necesita un repaso y lo que para uno está ordenado para otro es un caos. Si no conoces a tus compañeros ni sus niveles de higiene, lo más sencillo es fijar una calendario de limpieza en el que aparezcan reflejados los turnos de las zonas comunes para que cada uno sepa qué le toca hacer cada semana.
4. Pagar el alquiler a tiempo
Pagar el alquiler a tiempo. Esta es una norma que no sólo afecta al casero, sino también al resto de compañeros de piso, ya que en caso de impago, el propietario podrá rescindir el contrato, a no ser que sean contratos por habitación, en cuyo caso sólo afectaría al inquilino infractor. Lo habitual es contar con una cuenta común donde todos los inquilinos depositan su parte de la renta y luego se le paga conjuntamente al propietario. Es recomendable fijar un día de pago y cumplirlo. Normalmente el plazo de pago viene reflejado en el contrato. Por ejemplo, los cinco primeros días del mes.
5. Elegir al titular de los suministros
Junto a esta responsabilidad está la de pagar los suministros. Al entrar a vivir en un piso de alquiler se cambia la titularidad de los suministros y hay que elegir, entre todos los compañeros, quién cargará con esta responsabilidad. A este se le cargarán las facturas y tendrá que informar a sus compañeros de lo que deben pagar. Otra opción es que cada compañero asuma la titularidad de un gasto: uno la luz, otro el gas, otro el agua y otro internet.
6. Repartir los gastos comunes de la vivienda
Independientemente de lo que cada inquilino pague por su habitación y los respectivos suministros del hogar, también existen una serie de gastos extras compartidos en la vivienda como productos de limpieza, papel higiénico y de cocina, y bolsas de la basura, entre otros. Lo ideal en estos casos es crear un bote o bien una cuenta corriente común en la que periódicamente se ingrese una cantidad determinada para pagar estos productos compartidos.
7. Respetar el espacio y los horarios de cada compañero
Otro de los aspectos fundamentales de una buena convivencia es que todos los inquilinos respeten el espacio privado del resto, es decir, sus respectivas habitaciones, sus espacios de almacenamiento en zonas comunes y los horarios, ya que no todos tendrán los mismos. Además, jamás se deben coger sin permiso las pertenencias de otro compañero, como su comida, ropa, productos de higiene...
8. Consultar las fiestas y visitas
Hacer una fiesta de vez en cuando, por un cumpleaños o el fin de las clases es completamente normal, al igual que tener algún amigo invitado durante unos días si viene de otra ciudad, pero en ambos casos hay que consultar al resto de compañeros si les importa para evitar molestarlos. Al fin y al cabo, también es su casa.
9. Elegir a un compañero para que se encargue de las averías
Las averías y reparaciones derivadas del uso de la vivienda corren a cargo del inquilino, a no ser que se deban al desgaste de muchos años y sean necesarias para la habitabilidad de la vivienda (tuberías, caldera, electrodomésticos calefacción, cableado eléctrico y levantamiento del suelo o paredes, entre otras). Por si esto sucede, también se recomienda elegir a un compañero para que se encargue de los trámites ligados a la reparación, como llamar al seguro o un técnico. Además, si hay que asumir los costes, también deberán repartirse equitativamente, a no ser que la avería haya sido ocasionada por la negligencia de un compañero en concreto.
10. Asignar a un representante que hable con el casero
Finalmente, Fotocasa también recomienda asignar a uno de los inquilinos como representante de todos los compañeros ante el casero, para ponerse en contacto con él cuando sea necesario y evitar duplicar los mensajes y generar confusión.
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