Von der Leyen pretende liquidar la Política Agraria Común (PAC) tal y como la conocemos hasta ahora. De acuerdo con las propuestas que presentó ayer sobre el Marco Financiero de la UE para el periodo 2028-34, esta política, la auténtica espina dorsal del proceso de construcción europeo, perdería la autonomía de la que ha gozado hasta ahora, al unificar sus fondos con los de otras políticas, por lo que el dinero de la PAC dejaría de ser sagrado. Además, propone un fuerte recorte que, según las primeras estimaciones, se situará entre el 15% y el 20% en relación con la partida actual que se destina a apoyar la PAC. Pero no solo eso, sino que, si se tiene en cuenta la inflación acumulada desde 2021, cuando entró en vigor el actual presupuesto comunitario, y se añaden las previsiones hasta 2034, cuando finalice el Marco Presupuestario que se ha comenzado a negociar, el recorte superaría el 60%. En resumidas cuentas, un desastre para el campo. Todo ello resulta todavía más incomprensible porque se anuncia a bombo y platillo que la Comisión Europea quiere garantizar como factor estratégico la seguridad alimentaria de la población de la UE y luego resulta que pretende hacerlo liquidando la PAC, que se creó justamente para eso, y, además, reduciendo su presupuesto.

Una solemne chapuza y un ataque directo al campo europeo de Von der Leyen y su grupo de comisarios, que son, además, en su mayoría, del Partido Popular Europeo (PPE), grupo político que se autoerigía como el defensor del sector agrario. No tiene ni pies ni cabeza. Otra conclusión de lo sucedido ayer en Bruselas es que el comisario de Agricultura, el luxemburgués Hansen, ni pincha ni corta, vamos que no pinta nada, «rien de rien», en francés por si lo entiende mejor. Si a principios del año pasado había motivos para que agricultores y ganaderos se echasen a las calles, carreteras y autopistas, desde ayer todavía hay más razones. Cosa bien distinta es que lo hagan. De momento, ayer se registró una concentración de protesta en las calles de Bruselas. Von der Leyen, que, según dicen, teme a las protestas del agro más que a un nublado, ha dado ayer un gran paso para liquidar más de 60 años de historia, la de la PAC.