UE

La zona euro se estanca al final de 2023 pero evita la recesión

El vicepresidente del BCE, Luis de De Guindos, pide a las entidades financieras que se preparen para un «empeoramiento» de la economía

La zona euro ha conseguido esquivar la recesión por la mínima, si bien todo apunta a un estancamiento en el último trimestre de este año. Según ha confirmado este miércoles Eurostat, la agencia estadística europea, el PIB de la zona euro ha evitado dos trimestres de caídas consecutivas lo que le permite sortear la tan temida recesión, a pesar de que la debilidad de la economía europea resulta evidente. Tras una contracción del 0,1% en el tercer trimestre, los países de la divisa común han experimentado un parón.

Este jueves, el Ejecutivo comunitario publicará una actualización de sus previsiones económicas. En sus anteriores vaticinios del mes de noviembre pasado, Bruselas rebajó hasta el 0,6% sus previsión de crecimiento para la zona euro y los Veintisiete en 2023 y también empeoró sus estimaciones para 2024 al pronosticar una subida del 1,2% para los países de la divisa común y del 1,3% en la Unión Europea. Unas cifras una décima inferior a los anteriores vaticinios del mes de septiembre.

Preocupa especialmente la situación de la economía alemana, la tradicional locomotora europea, cuyo motor parece estar gripado debido a las consecuencias del alza de los tipos de interés que han debilitado la inversión unida a las subidas de los precios energéticos y a que socios comerciales como China han reducido su ritmo de importaciones. Alemania registró una contracción del 0,3% en el cuarto trimestre, después de estancarse entre julio y septiembre, mientras Francia repitió el parón de los tres meses anteriores, e Italia experimento un alza del PIB al 0,2% desde el 0,1% del tercer trimestre. Entre las grandes economías de la zona euro, España registró un incremento del 0,6% desde el 0,4% de los tres meses anteriores.

Una de las grandes preguntas es si esta debilidad de la economía europea puede hacer que el Banco Central Europeo decida emprender la senda de los recortes de tipos de interés para impulsar el crecimiento económico mediante la dinamización del crédito. La presidenta de la entidad monetaria, Christine Lagarde, aseguró durante su intervención en el foro de Davos que ve «probable» una bajada a partir del verano. Unas palabras que fueron un jarro de agua fría para los mercados financieros que anticipaban un movimiento de este tipo en la primavera. En su posterior intervención tras la ultima cita del Consejo de Gobierno del BCE, Lagarde se limitó apelar a la prudencia.

El mismo mensaje se repite en el caso del vicepresidente de la entidad, Luis de Guindos quien desde Croacia ha subrayado la necesidad de que la entidad monetaria tenga más información para no dar pasos en falso. Entre los datos que el Eurobanco quiere estudiar se incluye no sólo la evolución de la inflación en los meses venideros sino también los salarios y los márgenes de beneficios, además de las tensiones geopolíticas. El ex ministro de Economía ha pronosticado que «pasará algún tiempo» antes de que el BCE disponga de toda la información necesaria para confirmar que la inflación regresa de manera estable al 2%, el objetivo fijado por la entidad.

Además, de Guindos ha subrayado dentro de los nubarrones en el horizonte que algunas entidades no bancarias y bancos especializados «siguen muy expuestos» a sectores vulnerables al alza de los tipos de interés como el sector de la construcción y la empresas altamente endeudadas. «Las entidades siguen siendo vulnerables a las correcciones de los precios de los activos en medio de la incertidumbre macroeconómica y la volatilidad de los mercados».

Según de Guindos, «si bien los indicadores de calidad de los activos han sido bastante sólidos, hay signos tempranos de deterioro en algunas carteras de préstamos, incluidas empresas y sectores más pequeños como la construcción y el sector inmobiliario comercial». Aunque el vicepresidente del BCE ha evitado caer en el alarmismo, también ha subrayado que ante este entorno de incertidumbre económica las entidades financieras deben prepararse para un «posible empeoramiento de las condiciones económicas».

El estancamiento de la economía europea ha ido acompañado de una ligera aceleración del empleo, con un aumento de las personas empleadas del 0,3% tanto en la eurozona como en la UE.