Contra la amnistía y el referéndum

La mayoría de los españoles es consciente de que se avecinan tiempos de inestabilidad política, no importa ni la franja de edad ni la simpatía por uno u otro partido. Al menos, así lo recoge el sondeo que ha elaborado «NC Report» para LA RAZÓN, coincidiendo con el comienzo del proceso de investidura del próximo presidente del Gobierno. Una ligera mayoría –el 54,9 por ciento de los consultados– sustentada fundamentalmente en quienes se dicen votantes del PSOE o de Sumar, cree que se podrá formar gobierno, pero que la legislatura será muy complicada si, al final, Pedro Sánchez repite en La Moncloa.

A este respecto, un 57,2 por ciento de los consultados consideran que Núñez Feijóo debería presentarse a la investidura por haber sido el candidato que ha obtenido más votos, pero, a ese respecto, se repite la fractura ideológica en las respuestas, puesto que los que se reconocen de izquierdas están claramente en contra de que el ganador de las elecciones presente su candidatura al Rey.

Hasta aquí, nada notable que reseñar, dado el escaso lapso de tiempo transcurrido desde la convocatoria a las urnas: los que han votado socialista o extrema izquierda quieren que gobierne Sánchez, y los que han votado PP o Vox se inclinan claramente por Feijóo. Ahora bien, donde las opiniones son transversales, con independencia de ideologías, es cuando el sondeo inquiere sobre la influencia del ex presidente de la Generalitat, el fugado Carles Puigdemont, y sobre dos de las principales demandas de los nacionalistas catalanes.

Nada menos que el 90,8 por ciento de los encuestados, en una de esas mayorías «a la búlgara», rechaza que la formación de gobierno dependa del líder de Junts, y más del 74 por ciento de los españoles están en contra de que se celebre un referéndum independentista en Cataluña o que se conceda una amnistía a los implicados en la intentona golpista en Cataluña de 2017. Dado que el trabajo de campo de la encuesta se llevó a cabo entre el 16 y el 19 de agosto, cuando la opinión pública era consciente de las demandas planteadas por Puigdemont y ERC, especialmente la de la amnistía, cualquier concesión que haga el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, en esa dirección lo será en contra de un amplio sector de la sociedad española, incluida la mayor parte de quienes se reconocen como votantes socialistas.

Probablemente, esa percepción social de rechazo sobre el referéndum y las medidas de gracia para Puigdemont, que, por otra parte, ha sido implícita y explícitamente avalada a lo largo de toda la campaña electoral del candidato socialista, no hará la menor mella a la hora de la negociación con el inquilino de Waterloo, pero si luego las cosas se tuercen y se produce un final abrupto de la legislatura, no podrá escudarse Sánchez en el relato de «la mayoría social de progreso».