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Editorial

El retrato sonoro del peor de los gobiernos

Vivir en la agonía, chapotear en la angustia, para quienes se juegan no solo el futuro político, sino también su horizonte judicial, favorece la improvisación y el error, que se amontonan

Koldo García EUROPAPRESSEUROPAPRESS

Ya se nos había avisado de que la particular fonoteca de Koldo García, o lo que es igual, los archivos de audio conservados en sus peripecias a lomos del sanchismo, resultaría prácticamente insondable. Puede que no seamos conscientes de que hablamos de un agujero negro de años y años de actividades oscuras desde su condición de activo de Pedro Sánchez al servicio de su poder y de sus intereses, por lo que con seguridad hablamos de un elemento incontrolable incluso para el Gobierno, una vez que su «trabajo» resultó intervenido por la UCO y quedó bajo control de la autoridad judicial. Con cadencia «guadianesca» fluyen con mayor o menor intensidad esos sonidos desde el corazón de la supuesta organización criminal y en estos días de canícula el ritmo se ha disparado. En este periódico, como en otros medios de comunicación, esas voces se han convertido en un culebrón que remarca aún más el retrato de un poder corrupto con procederes mafiosos, de tintes chabacanos y nulo respeto a la mujer. Koldo García, como es sabido, es el perejil de esta salsa de audios en su papel, no solo de archivador como personaje prevenido y experto en cloacas, sino también como la mano ejecutora de todos aquellos servicios que sus superiores le demandaban en función de la jerarquía. Toda banda necesita de alguien que se ensucie las manos para que otros las mantengan impolutas en apariencia. Así que hemos conocido que el asesor de Ábalos, el hombre de confianza de Cerdán y muy próximo al presidente, tejió una red de espionaje para grabar a cargos del PSOE con el objetivo de favorecer a Pedro Sánchez en las primarias del partido, aunque desconocemos si ese operativo se perpetuó y por cuánto tiempo. También, como ha adelantado LA RAZÓN, ha trascendido su papel en la posible «limpieza» de documentos sensibles en el Ministerio de Transportes tras el relevo de Ábalos como conseguidor de una trituradora de papel. O los particulares consejos de protocolo a las «señoritas», no especialmente sutiles ni distinguidos. Debemos insistir en que todo este torrente de fango que se vierte en modo de sonidos se fraguó en el corazón mismo del sanchismo. Los nervios del presidente, el Gobierno y el partido son la reacción común cuando ni siquiera conoces la revelación del día siguiente y si de una vez supondrá el final de todo. Vivir en la agonía, chapotear en la angustia, para quienes se juegan no solo el futuro político, sino también su horizonte judicial, favorece la improvisación y el error, que se amontonan. Y así, ni siquiera fueron capaces de manejar con eficacia otro audio en el que Aldama exculpaba a Begoña Gómez del rescate de Air Europa. La sobreactuación grotesca de los ministros, que ahora sí daban crédito al empresario, su pérfido discurso contra la UCO y la demanda de perdón a Feijóo fueron testimonios de agotamiento. No hay respiro. Los audios continuarán.